ÉPOCA PASADA.

Es un recuerdo a mis padres,

que cultivaban el campo.

Comiendo pan negro,

 no probaron el blanco.

 Pienso que vale también,
a una inmensa mayoría,

la que vivía del campo,
de la caza y de la cría.

Si la cosecha era buena,
se celebraba un fiestón,
Sí, era un año malo,
había resignación.

Su vida era sencilla,
con contadas emociones.
Se comían el tocino,
y vendían los jamones.

Lo mejor de esa vida,
no vivían estresados.

Trabajaban para ellos
sin estar asegurados.

No disponer de un duro,
tampoco era un problema.
Ellos cantan y bailan.

Sí, tienen la tripa llena.

Gastaban las calorías,
no tenían obesidad.
No existía ese problema,
en aquella sociedad.

Sin inventos tan modernos.
Su vida era diferente.

No tenían gas ni luz
y tampoco agua corriente.

Podría añadir más,
y no los quiero cansar.
Así tendré otro día,
otras cosas que contar.

LA HUIDA AL INFINITO:

Tira del carro, una pareja,

un toro con una vaca,

El toro sufre un traspié,

se le rompe una pata.

Padre e hijo desolados,

se ponen a pensar,

Como llegar al pueblo,

allí no pueden quedar.

Lanza el padre juramentos,

el hijo ni uno solo,

Está en plena juventud,

decide suplir al toro.

Tira con fuerza del carro,

avería solucionada,

La vaca pega un mugido,

y se queda enamorada.

La noticia al conocerse,

es malinterpretada,

Para complicarlo más,

la vaca estaba preñada.

Concentración de cien vacas,

en la plaza del pueblo,

Todas mugiendo a la vez,

con sonido de cencerros.

Un ídolo para ellas,
¡Eso es un toro bravo!
Al pasar cerca de ellas,
todas levantan el rabo.

Ante tanta cornamenta,

y con las vacas mugiendo.

No le quedo alternativa.

El mozo salió corriendo.

No se sabe a qué lugar

Creen que llego al infierno.

Le cogió miedo a las vacas

y le asustaron los cuernos.

LA CONFESIÓN

Necesito confesar,
soy una gran pecadora,
uso la cama día y noche,
sin importarme la  hora

-Eso no tiene importancia,
a veces son cosas tontas,
prosigue con tú relato,
¿Dime como te lo montas?

De lado, baca arriba, de culo,
probé todas las posturas,
como quitar los picores,
y bajar las calenturas.

Al quedar en pelotas,
pongo debajo una almohada,
las rodillas hacia arriba,
me siento más relajada.

Si no miro al techo,
uso un gran almohadón,
eso me levanta el culo,
 cómoda esa posición.

-Soy cura y hombre,
no dejo de pensar,
en todas tus posiciones,
que me hacen de pecar.

Una oveja descarriada
quizás una entre mil,
encontraras el camino,
para volver al redil.

Perdonare tus pecados,
¡Eso es a lo que vienes!
Para mandar penitencia,
¿Sobre cuantos años tienes?

-Los próximos a cumplir,
serán sobre los noventa,
puede haber diferencias,
ya no llevo la cuenta.

Marcha en paz ,hija,
eso son buenas señales,
rezare por ti al Señor,
el te curara esos males.

LA COSTUMBRE.

Treinta años sin luz,

lleva la pobre Manuela,

Sin haberlo catado,

usando siempre una vela.

Al fin le ponen la luz, 

no sabe como apagarla

  Sufre por la factura

no sabe desenchufarla.  

El método más barato,

sencillo y muy fiable,

Es, cortar el hilo,

unir y desunir cable.

Recibe una descarga,

al ser la corriente baja,

Siente un gusto especial,

la serena y la relaja.

Se da cuenta la Manuela,
eso sus males remedia,
Es igual que diez orgasmos,
hacer de toma de tierra.

El cable en los pezones,

todo su cuerpo temblaba,

La dejaba como nueva,

sin quedarse embarazada.

Pasaron muchos años,

sin apenas novedad,

Cambio a mayor potencia,

aquella electricidad.

Su salud deteriorada,

la energía más fuerte,

Recibió una descarga

eso produjo su muerte.

El alpiste le gustaba

no murió de cirrosis,

El médico certificó,

¡Fue una doble dosis!

LA RICA Y EL PASTOR

Él un pobre pastor,

ella, una terrateniente.
 Por miedo a su riqueza,
jamás tuvo un pretendiente

Se le pasa el arroz,
y no consigue ligar.
Se marcha al campo,
a ver qué puede pillar.

Enamorada del pastor,
 al campo va a contemplarlo.
Desde lo alto una loma,
montada sobre el caballo.

Mirándolo entusiasmada,
su caballo sufre un susto.
Por culpa de una culebra.
La tira sobre un arbusto.

Sufre unos arañazos,
de la rodilla hacia arriba.
No se puso pantalones,
fue muy poco precavida.

Sentada queda en el suelo,
triste y muy asustada.
Llama a voces al pastor,
tiene que ser auxiliada.

¡Desnúdese, señorita!
al dar varios costalazos.
Y caer sobre espinos,
tiene varios arañazos.

Al contemplarla desnuda,
ya no sabe qué pensar.
Son cosas superficiales,
pero hay que desinfectar.

Ante esa situación,
y no tener desinfectante,
¿Qué puede hacer el pastor?
para seguir adelante.(...)

¿Yo no lo sé?
Vosotros podéis pensarlo,
 En el próximo capítulo
trataré de averiguarlo.

EL PAJARITO INESPERTO

Encontré un lindo pájaro,

a punto de expirar,

Le hice el boca pico 

empezó a reaccionar.

Le metí entre mis ropas,

allí se encontró mejor,

Se repuso lentamente,

necesitaba calor.

Le cacé muchos insectos,

con ellos le di papilla,  
Se puso como una rosa,

estaba de maravilla.

Orgulloso estaba yo,

supe salvar una vida,

Fue como mi mascota.

Me pedía la comida.

Compañeros del cole,

se sentían admirados,

Ellos tuvieron intentos,

ninguno lo había logrado.

Le consideraba un amigo,

 ser de mi propiedad,

No pensé que un pájaro,

necesita libertad.

Llego ese temido día,

que me dejó abandonado,

Desde mi hombro voló,

al alero del tejado.

No conocía los peligros,

con muy poco esfuerzo,

Lo cazo un gato negro,

eso le valió de almuerzo. 

EL PAJAR DEL HORROR.

Tiempos de pobreza,

Difíciles amoríos.

Llevar la moza al pajar

podía meterte en un lío.

¡Maruja! Ven al pajar,

y verás cuanto te amo,

Solo te quiero besar,

y meter un poco mano.

Espera allí más tarde,

cuando sale la lechuza,

Ahora hay mucha luz,

nos critica la gentuza.

Allí esperando escondido

En aquella leonera

A que se volviera oscuro

para que nadie los viera.

Oscurece en el pajar,

esperando ese momento,

Entró una figura negra,

parecía un esperpento.

¡Soy la abuela de Maruja!

Me lo acaba de contar,

Ella no puede venir,

la vengo a reemplazar.

Como no aceptes, me chivo,

aunque te lleves un chasco,

Treinta años llevo viuda,

necesito un desatasco.

Ayúdame a desnudar,

Tienes varias soluciones

oh bien me lo haces vestida

oh desabrochas botones,

Cinco chambras, tres camisas,

diez faldones, un refajo,

Tres horas para desnudarla

y trabajando a destajo.

Ahora que estoy desnuda

Observa la mercancía

A pesar de ser abuela

no estoy muerta todavía.

Asustado, empezó a tocar

Todo lo encontraba lacio.

La abuela le decía

Mejor tócalo despacio.

Si no disfrutas tocando

como no lo puedes ver.

Puedes bajar al pilón

así lo podrás oler.

Cumpliendo sus órdenes

y nada más empezar.

Le tiemblan las piernas

y se empieza a marear.

Se cayó redondo al suelo,

allí quede desmayado,

Esa abuela no sabía,

que tenía alergia al pescado.

COMIDA A LA CARTA

,

Cuando yo me crié,

tenía muchos caprichos.

Robar peras y manzanas,

ir al campo a cazar bichos.

A veces cazaba ranas,

 las llevaba a mi madre.

las echaba a las patatas.

estaban de puta madre.

Si le añadía unas setas,

aún estaban mejor.

con un pájaro añadido,

eso estaba superior.

La comida era variada,

el aderezo muy fino.

Dos gramos de pimentón,

cinco gramos de tocino.

La col era la estrella,

de  comida tan variada.

Valía como primero,

como carne y ensalada.

Repollo con pimentón

 Me chupaba bien los dedos.

Si solo comía eso,

tiraba muy buenos pedos.

Con los corruscos del pan, 

un sopicaldo de ajo.

En cazuela de barro,

 estaba muy  de cara jo.

 Primero y segundo,
no sabía que existía,
a veces me coformaba
con una comida al día.

Escribiré mis recetas,

en un libro chiquitín.

Con el espero me den

una estrella michelín.

AMOR EGOÍSTA.

La ves floja, no la tocas,

verla llena, una gozada,

Pasas el día mirándola,

alegre, entusiasmada.

Pensando en ella siempre,

no la puedes olvidar,

Si una vez la notas floja,

llegarías a enfermar.

Te mola un montón,

notarla que va a explotar,

No pienses tanto en ella,

llegarás a disfrutar.

La vida es un carrusel,

a veces llega la pena,

No seas tan egoísta,

difícil tenerla llena.

Al cogerla entre tus manos,

la miras emocionada,

Después de usarla,

la dejas medio arrugada.

La besas, la acaricias,

ella llena tu existencia,

El marido aguanta todo,

y lo lleva con paciencia.

No permites que la toquen,

no la quieres compartir,

Como una vez te la birlen,

seguro vas a sufrir.

Ella es tu primer amor,

una verdadera pena,

El segundo es el marido,

si la cartera está llena.

CONSEJO FÁCIL.

Dos días de separación,

el marido y la mujer,

Rápido le pregunta,

¿Cariño que hiciste ayer?

—Me aburrí más que una ostra,

ya no sabía qué hacer,

Me tiré más de una hora,

no lo conseguí meter. 

—Sería que estabas nerviosa,

perderías la paciencia,

Llevas años haciéndolo,

no te falta la experiencia.

A veces no lo recuerdo,

y confundo lo primero,

Se pone a temblar el pulso,

no acierto al agujero.

—Para meterlo mejor,

lo primero es chuparlo,

Así se pone más duro,

tu procura recordarlo.

Le das unos lengüetazos,

le retuerces la punta,
Procura guiñar un ojo,

 media vuelta y apuntas.

Si no entra a la primera,

Olvídate del asunto,

Lo lames una vez más,

y le encontrarás el punto.

—Das consejos sin saber,

pareces una “Maruja”,

La próxima vez lo haces tú

Y metes el hilo en la aguja.

NOVATADAS DE LA MILI.

Me toca hacer la mili,

 llego un poco encogido,
Era cambiarme la vida,
un mundo desconocido.

Sabía que los veteranos,
me harían novatadas,
Pocas eran simpáticas,
la mayoría, cabronadas.

Primera noche en el cuartel,
nos obligan a formar,
Dicen que fuimos de putas,
tienen que desinfectar.

A formar todos desnudos,
veremos los atributos,
Desinfección de pelotas,
y lavado de canutos.

Betadine con alcohol,
los dos bien mezclados,
Pintando con una brocha,
nos dejan desinfectados.

Todos aguantamos,
los tremendos escozores,
Con lágrimas en los ojos,
aguantamos los picores.

Nos permiten ir al baño,
y nos lavamos deprisa,
Los cabrones que lo hicieron,
se partían de la risa.

No eran ni oficiales,
eran de la enfermería,
con gorros y batas blancas,
ninguno los conocía.

Todo el cuartel se enteró,
pero no pasaba nada,
Eran cosas muy normales,
hacer esas novatadas.

.

CUARTA FASE.

Al salir de un baile,

me quedo medio flipado
Contemplando una pareja,

y ver que habían ligado.

No es una discoteca,

de jóvenes embalados,

es la salida del baile,

del hogar de jubilados.

¿Tenían amor sin gastar?

Al tener esa actitud,

Puede ser que estén en forma,

¿En su cuarta juventud?

En mitad de la calle,

le viene un apretón,

Se ponen a darse un sobo,

paran la circulación.

Parecen dos tortolitos,

vestidos como pinceles,

Al terminar con él sobo,

ella toca sus pinreles.

Se ve que son de su agrado,

al seguir caminando,

Ella se aprieta más,

 se los sigue tocando.

Pierdo el campo de visión,

me siento algo atontado,

¿Será verdad lo que vi?

¡Puede que lo haya soñado!

Me pellizco, estoy despierto.

Fue pura realidad,

Es bonito vivir eso,

más en la tercera edad.

ODIOS DE PUEBLO.

Odios entre familias,

con años de antigüedad.
Impedían a muchos 
encontrar felicidad.

Esos odios de familias,
eran casi hereditarios.
Aun así, de vez en cuando,
surgió algo extraordinario.

Entre un mozo y una moza,
casi de la misma edad.
 No se hablaban nunca,
por esa rivalidad.

Tienen los huertos pegados,
que los convierte en vecinos.
Ella con buenos tomates,
él con hermosos pepinos.

Él sueña con el tomate
 no piensa en ensaladas.
No se atreve a pedirlo
son familias enfadadas.

Cansada ella de tomate,
sueña con un buen pepino.
Un día se arma de valor
y se lo pide al vecino.

Difícil no aceptar,
tan extraña petición,
El tomate y el pepino,
una gran combinación.

Estando los dos de acuerdo,
degustaron la ensalada,
  El pepino repite mucho,
ella se quedó preñada.

Al enterarse sus padres,
se llevan el gran disgusto.
No le hacen ni puto caso
los dos están muy a gusto.

Se acabaron los odios,
cuando ese nieto les vino.
¿Unos culpan al tomate?
¿Otros culpan al pepino?

AMOR. BURRERO.

A veces surgen amores,

de una manera absurda,

Es el que siente este hombre,

tiene pasión por su burra.

Era su ojo derecho,

se hacía de querer,

ÉL hombre la había criado,

su madre murió al nacer.

Ella le correspondía,

 en la cuadra rebuznaba,

Se restregaba sobre él,

pedía que la rascara.

Fue su medio de transporte,

siempre callada y sumisa,

Se ponía de rodillas,

cuando él asistía a misa.

La mujer sentía celos,

de ese amor incomprendido,

Que a veces llego a decir,

¡¡Vaya mierda de marido!!

Se fueron distanciando,

hasta llegar a enviudar,

Solo le queda la burra,

en quien poderse apoyar.

Llego ese fatídico día,

que a todos nos va a llegar,

La burra estiró la pata,

sin poderlo remediar.

El hombre se encontró solo,

sin nada que compartir,

Esperando la muerte,

ya no quería vivir.

Se apagó lentamente,

como una vela encendida,

Pidió que le enterraran,

junto al amor de su vida.

FIN

EL COLECCIONISTA.

Tenía una obsesión,

una colección de finos,

Le dio por reunir,

 botellas de esos vinos.

Ni comía ni bebía,

la mujer le regañaba,

¡No se para qué las guardas!

Si tú nunca bebés nada.

Cuando uno no bebe,

ya se sabe lo que pasa,

El hombre se quedó tieso,

se murió como una pasa.

La mujer se quedó sola,

sin tener nada que hacer,

Rodeada de botellas,

eso le dio por beber.

Noche y día andaba pedo,

 sin poderlas terminar,

Solicita, pidió ayuda,

al borracho del lugar.

Visitan al difunto,

sobre su tumba bailando,

Se trincan barias botellas,

se terminan mareando.

En una noche de invierno,

a menos de veinte grados,

Se duermen sobre la tumba

mueren allí congelados.

EPITAFIO

Aquí yacen tres personas,

¡Las causas por que murieron!

Uno fue por no beber,

los otros porque bebieron.