De joven uno se obsesiona,
a veces por muy poquito.
Yo me encapriché de una,
por tener un buen culito.
Cada vez que la veía,
lo que pensaba primero.
Era mirar por detrás,
y contemplar su trasero.
Entonces no usaban short,
ni estas cosas modernas.
La falda era más larga,
enseñando poca pierna..
Un día estreno medias,
su falda se encogió.
Yo al verla tan bonita,
mi mente se trastornó.
Ese día no pude más,
me puse como un garrulo.
En un descuido que tuvo,
le di un pellizco en el culo.
Ella se llevó el gran susto,
pegando un buen salto.
Quiso la mala fortuna,
que se cayera en un charco.
Se estropearon sus medias,
yo tuve que pagarlas.
Eran medias de cristal,
no podían repararlas.
Costaron ocho pts,
caro pellizco salió,
Ella no tuvo la culpa,
la culpa la tuve yo.
Me marché de aquel lugar,
tarde diez años en verla.
No estaba para pellizcarla.
Estaba para comerla.
No la volvi a ver
para mi fue lo mejos,
Ella ya tenía musico
que le tocaba el tambor