LA HOJA CAÍDA.

En una clase de poesía,

que me pareció cañera,

Me dieron para inspirarme,

la hoja de una higuera.

Escribir sobre ese tema,

no es una cualidad mía,

Con el tiempo limitado.

Me salió esta poesía.

Nací en primavera,

estoy muerta en el otoño,

Esta vida tan corta,

es un verdadero coño.

Me muero lentamente,

al caerme de la rama,

Estoy pegada al suelo,

el cual me vale de cama.

Muchas personas me pisan,

no se ponen a pensar,

Que estoy húmeda y pastosa,

y se pueden resbalar.

Poco interesó a los hombres,

no admiran mi belleza,

El contemplar una hoja,

a ellos les da pereza.

Cuando estaba en la higuera,

me apartaron hacia un lado,

Querían tocar el higo,

ver si había madurado.

No saque sobresaliente,
ni un simple aprobado,
¡Será que mi cerebro!
está ya muy desgastado!

DICHOS POPULARES.

Esos refranes picantes,

que el abuelo iba contando.

Que ahora no se escuchan,

 y que se van olvidando.

De alguno me acuerdo,

 me viene a mi memoria,

Escribiré alguno,

para que siga la historia..

En el baile le decían,

al que no daba la vuelta,

Es que teme que se le caiga 

la típica cornamenta,

Aquella que busca novio,

y se arrimaba a cualquiera,

A esa le pica mucho,

no quiere quedar soltera,

Si una chica madrugaba, 

muy temprano en la mañana.

Esa va en busca de amor,

hoy se levantó con gana.

Esa que tropieza mucho,

siempre cae boca arriba,

Por eso cada poco tiempo,

se le hincha la barriga.

Al que se le murió la mujer,

esa que tanto quería,

No han pasado dos meses,

y ya tiene una querida.

El Antonino es un borracho,

y comenta la Cecilia,

No le puedo abandonar,

pues me gusta su morcilla.

Por ahora ya está bien,

no quiero dar más al coco.

Para algunos será mucho,

para otros será poco.