SIN CATARLO

Una chavala del pueblo,

hacía el amor por tres pesetas.
Incluido en el menú,
una chupada de tetas.

Ahora es una miseria,
entonces una fortuna.
Las conseguí ahorrando,
las perritas de una en una.

Al reunir ese tesoro,
me sentí emocionado.
Podía probar algo,
que jamás había catado.

Tenía que buscar el lugar´
con cama acondicionada.
Pero nos podía valer,
la cantera abandonada.

Alise un espacio,
 prepare el rincón,
Una cama hecha de hierbas,
libre de todo mirón.

Todo muy preparado,
para empezar la función.
Al ponerse boca arriba,
suelta una exclamación.

Me dijiste venir solo,

que esto nos venía a mano.
Pero no estamos solos,
esto es un circo romano.

La chica salió corriendo,

yo quedé petrificado.
No sabía lo que pasó,
ni como se han enterado.

Yo lo conté a un amigo,
fue la verdadera pena.
Este lo contó a otros,
y se formó la cadena.

Yo perdí mis tres pesetas,
sin concluir la aventura.
Con burlas de los mirones
 encima con calentura.