En una Castilla profunda,
con mentes muy atrasadas.
Ir a bailar a otro pueblo,
era aventura arriesgada.
De joven se arriesga mucho.
Fui a un pueblo desconocido.
De tiempos de María castaña,
más atrasado que el mío.
Hay una moza muy sola,
nadie la saca a bailar.
La moza está muy potable,
eso me llega a extrañar.
La curiosidad mató al gato,
eso a mí me va a pasar.
Le echo un par de pelotas,
le digo ¿quieres bailar?.
Rápido se agarra a mí,
yo me quedo sorprendido.
Siempre decían que no,
más a un desconocido.
Bailamos dos bailes,
ella sigue a mi lado.
Yo empiezo a sospechar,
aquí hay gato encerrado.
Su padre la vigilaba,
era el más bruto del pueblo.
Al que arrimara cebolleta
venía y le retorcía el cuello.
Yo desconocía la historia,
y bien que la apretaba.
Ella debía estar a régimen,
yo noté que le gustaba.
Contempla el padre la escena,
los dos calientes y a tono.
Su padre viene hacia mí,
me quiere partir el lomo.
El baile se paraliza,
quieren contemplar la escena.
Me dicen marcha corriendo,
te librarás de una buena.
Claro que salí corriendo,
y sin mirar para atrás.
Salte, montes, pase, ríos,
no volví nunca jamás.