EL RECHAZADO.

Esta es la historia,

de Antolín (el poco pijo)

Que la tenía pequeña,

el pobre era un canijo.

Nació en una aldea,

un lugar muy atrasado,

Conocido de las mozas,

por todas es rechazado.

Se fue a la capital,
sueña hacer el amor,

Pero al verle el aparato,

le va de mal en peor.

Paga un alto precio,

a una tía cojonuda,

No concluye la faena,

se pierde entre una arruga.

Aburrido se va al parque

su tristeza es desmedida,

  Ve a una pequeña moza,

que le viene a la medida.

Pequeño era su pito,

grande su decisión,

Le propone ser pareja,

a la primera ocasión

Ella lo acepta encantada,

 le trata con dulzura,

Se encontraba marginada,

por su pequeña estatura.

Felices son los dos,
el ahora es su querido,
En esta vida siempre hay,
un roto para un descosido.

LA IGNORANCIA

Un perro hizo de cura,

yo, me casé con la Emilia.

Convidadas las ovejas,

esa era la familia.

Queríamos tener hijos.

Nos pusimos a pensar.

Sin saber cómo hacerlos,

yo tuve que preguntar.

Mi madre no lo esperaba,

se quedó muy pensativa.
Para salir del apuro,
me dio esta alternativa

Es muy fácil hacerlos.

No le des vueltas al tarro,

Reúne tierra del tejar,

  puedes hacerlos de barro.

Después lo dejas secar,

durante bastantes días,.

 Le rezas mucho al Señor,

 él se encarga darle vida.

Me acompañó mi “esposa”

Para poderlo amasar.

 Así, entre los dos,

los podíamos fabricar.

Queríamos los dos sexos,
el niño fue el primero.
Un trozo palo de pito,
a la niña un agujero.

Rezamos mucho al Señor

por la noche y por el día

Nunca nos hizo caso

y jamás le dio la vida.

Esa primera experiencia,
Nos dejó muy deprimidos.

Al final nos enteramos

que había que estar más unidos.

A esa “esposa” y a los hijos,

los recuerdo con cariño,

Que bonita la ignorancia,

que tenía yo de niño.