Cosas de pueblo.
Si una joven era guapa,
una cosa era cierta.
Que habría varias meadas,
alrededor de su puerta.
A mí también me gustaba,
sabía que era exigente,
no paraba de pensar,
como mear diferente.
A mí también me gustaba,
sabía que era exigente,
no paraba de pensar,
como mear diferente.
Su madre y su abuela,
decían a las vecinas.
¡Que hija más guapa tengo!
hay veinte charcos de orina.
Las dos mujeres muy sabias,
estaban acostumbras.
Solo con oler el pis,
distinguían las meadas.
Ese que meó más largo,
es hijo del Anacleto,
se comenta en el pueblo,
casi llega al medio metro.
Ven uno con color rojo,
al olerlo es a vino,
ese de un borrachín,
el hijo del Severino.
es hijo del Anacleto,
se comenta en el pueblo,
casi llega al medio metro.
Ven uno con color rojo,
al olerlo es a vino,
ese de un borrachín,
el hijo del Severino.
Este se nota muy bien,
su olor es de aguardiente.
borracho como su padre,
es del hijo de Vicente.
Otro con olor a perfume
es del hijo la Tomasa.
Ese que es muy educado,
que parece algo sarasa.
Hice dieta de repollo,
ese pis huele un montón,
ser distinto de los otros
para llamar la atención,
ese pis huele un montón,
ser distinto de los otros
para llamar la atención,
Me pase un poco de raya,
abuela y madre atufe.
No me seleccionaron,
y nunca la conquiste.