UNA MARAVILLA.

Caballero medieval,

tiene que ir a la contienda,
Dejar sola a su dama,
ver a quien la encomienda.

Hermosa es dicha dama,
por todos muy deseada.
Difícil vencer tentaciones,
de una ausencia prolongada.

No se fía de su sombra,
para salvar su honestidad,
Lo más seguro es ponerle,
cinturón de castidad.

A su servicio un herrero,
joven fuerte, que no moja,
Todos se burlan de él,
le llaman la picha floja.

El candidato ideal,
para dicha operación
Decide que sea él,
quien fabrique el cinturón.

A nadie dejó las llaves,
 era un desconfiado,
Limpiaría a su regreso,
lo que estuviera oxidado.

Regreso a los tres años,
se quedó maravillado,
Todo estaba perfecto,
como recién estrenado.

Profesional el herrero,
hizo un trabajo extra,
Atendió bien a la dama,
uso la llave maestra.

¿Dime como te trato?
El marica del herrero,
-Se portó de maravilla,
¿Le nombrarás caballero?

Caballero fue nombrado,
por hacer bien su trabajo,
Hizo tantos cinturones,
que nunca le falto tajo.

LA ÇOMUNION DEL BURRO

Esa época pasada,

cuando para ir al curro.

Se hacía el trayecto a pie,

o bien montando en el burro.

Esta es la curiosa  historia,
me lo contó una mujer,
Juró que era verdad,
no me lo podía creer.

Solo queda un viejo burro,
y una burra resabiada.
Necesitan que la monte,
y que la deje preñada.

Es demasiado viejo,
no la puede ya montar.

Necesitan que la monte,
lo llevan a comulgar.

Atan una soga al cuello,
cortan su respiración,
No puede ni rebuznar,
no quiere la comunión.

Cinco mozos empujando,
el pobre se está asfixiando,
La sangre le baja el nabo,
este se le va agrandando.

Es el milagro esperado,
la gente emocionada,
Le montan sobre la burra,
y que la deje preñada.

Termina la aventura,
sin llegar a buen puerto,
El burro estiró la pata,
allí mismo quedó muerto.

Sin ese medio de trasporte,
no saben que va a pasar.
Los trayectos son a pie,
y deciden emigrar

Pasados muchos años
la historia produce risa.
Todos usan el coche,
y casi nadie va a misa