MUY DIPLOMÁTICO.

Dos jóvenes comentan,

como le gusta el café,

Ella lo prefiere con leche,

a él le gusta el exprés.

Los dos coinciden,

 en cómo tomarlos,

Caliente y despacito,

para así saborearlos.

A ella le gusta tomarlo,

 muy temprano y de mañana,

Preferible se lo sirven,

 mejor si es en la cama.

Si una vez me invitas,

ten una cosa presente,

Que me gusta acompañarlo,

con una porra caliente.

A mí lo que me enloquece,

 es una pura delicia,
Sí, lo puedo acompañar,
con las tetas de novicia

-Estoy en todo de acuerdo,

Sería una cosa estupenda,

Mejor es el desayuno

que tomarlo en la merienda.

Somos los dos muy afines,

muy poco diferenciados,

Nos gusta más en la cama,

que tomarlo aquí sentados.

Esta tarde invitas tú,

a mí me toca mañana,

Vente a dormir a mi casa,

te lo serviré en la cama.

JUGAR CON LA TORMENTA

Tenía el compañero ideal,

un bromista empedernido,

Se encuentra ante el juez,

por matar a su marido.

Señora, está ante mí,

por violencia feminista,

Declare lo que pasó,

y no se pase de lista.

Se lo explico señoría,

eso no le hará dudar,

Comprenderá el porqué,

todo lo puedo aclarar.

Un día en pleno invierno,

 me encontraba lavando,

Me lanzó un cubo de agua,

que me dejó tiritando.

Le miré muy sorprendida,

él no me lo tuvo en cuenta,

—Es una broma cariño,

fue cosa de la tormenta.

Al poco cogió garbanzos,

¿y sabe usted lo que hizo?

Me los tiro a la cabeza,

diciendo que era granizo.

Otro día con un petardo,

yo me encontraba fregando.

Me lo exploto entre las piernas,

decía que estaba tronando,

Sepa su señoría,

qué tanta broma atormenta,

Ya me tenía hasta el moño,

de jugar con la tormenta.

Yo tenía cerca un hacha,

pero tenga la certeza,

Que le cayó un rayo encima,

y le partió la cabeza.