Crueles eramos los niños,
a veces una desgracia,
ver llorar a otro niño,
nos hacía mucha gracia.
El pobre perdió una vaca,
al borde de la montaña,
la vaca tenía un nombre,
se llamaba la castaña.
Llorando desesperado,
preguntó a una mozuela,
si alguno había visto,
la castaña de su abuela.
Nos partíamos de risa,
alguno añadió con saña,
pregunta a tu abuelo,
es el que usa la castaña.
El sabe como la tiene,
si está cruda o asada,
si la mantiene con pelos,
o ya la tiene pelada.
Seguimos con crueldad,
el pobre seguía llorando
nosotros dando por culo,
nos seguimos burlando.
Al fin apareció la castaña,
comiendo hierba en el prado,
con la tripa bien llena,
el pobre quedo encantado.
Se difundió la noticia,
se entero el pueblo entero,
esto le marco por vida,
le llaman el castañero.
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