lo ve muy cabreado
Pregunta ¿Qué te pasa?
¿Cómo estás tan enfadado?
—Un joven paseaba el perro
este se cagó en la calle
Le llamé la atención
y me dice que me calle.
Es de mala educación
contestar de esa manera.
Le hice recoger la caca
y echarla a la papelera.
—No es solo la juventud
la que no hace ni caso.
A mí me pasó lo mismo
Ahora te cuento el caso.
Ayer llegué a mi casa
a una hora temprana.
Encontré a mi mujer
en pelotas en la cama
Le puse el termómetro
y casi me lo revienta.
Me dejó asombrado
el calor de la parienta.
Un ruido en el armario
me dejó sorprendido.
Me asusté al abrirlo
y ver un tío escondido.
No salía de mi asombro
me quedo fijo mirando
¿Qué estás haciendo ahí?
Él contesta que meando.
Tuve que indicarle el lugar
ese no era el adecuado.
Le cogí de la pirindola
y me lo llevé al lavabo.
Le advertí seriamente
que no te vuelva a pillar.
El armario es para la ropa
aquí es donde hay que mear.