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miércoles, 6 de noviembre de 2024

¿UF, QUE CALOR?



Un verano con calor,
a cuarenta grados diarios,
Dos mujeres hablando.
Escuche estos comentarios.

Viuda una, otra casada,
hablando todo el rato.
Una se quiere ir a casa,
y enchufar el aparato.

Yo me marcho a mi casa,
quiero descansar un rato´
¿Cómo se encuentra mi esposo?,
que me enchufe el aparato
,


Yo no puedo enchufarlo,
tengo oxidado el enchufe.
Como no tengo marido,
no tengo quien me lo enchufe

Si tu enchufe está oxidado,
y no puedes enchufarlo.
Cómprate uno de pilas,
Ese si puedes usarlo.

Al poco tiempo se ven,
y se ponen a cascar.
Dime si sigues caliente.
Oh, lo has podido enchufar.

Tire el viejo aparato,
heredado del marido.
Me compré uno de pilas 
que da calor y da frío.

Por la noche y por el día,
siempre lo tengo enchufado.
Igual me da por detrás,
por delante que de lado.

¡Maridos estar atentos!
No os dejéis morir.
Hay muy buenos aparatos,
y nos pueden sustituir.








EXTRAÑOS EMBARAZOS.




Los embarazos ahora.
Se controlan un montón,
se puede averiguar,
la fecha de fabricación.

Estas cosas tan modernas,
se ignoraban antaño,
unos nacían en meses,
otros tardaban un año.

Ella enviudó en enero,
una muerte de repente,
la mujer quedó echa polvo,
 dio a luz el año siguiente.

Le preguntan, ¿Cómo fue?
El semen quedó escondido,
quizás en alguna arruga,
o en los pliegues del higo.

Mi vida es una tristeza
tengo poco que comer,
por esta causa el niño/a,
tarda meses en nacer.

Si yo lo voy a parir,
y lo tengo que criar,
Iros a tomar por culo,
 dejar de cotillear.

Siguen los cálculos, 
 la gente lo comenta,
como no saben contar,
 nunca le sale la cuenta.

Nadie pedía la fecha,
del día del nacimiento,
se atrasaba o adelantaba,
al ir al ayuntamiento.

Eso resolvía problemas,
 deshacía el entuerto,
cualquier problema surgido,
se echaba la culpa al muerto.

DOS FANTASMAS


Dos fantasmas presumiendo,
cuál de los dos es mejor,
  Todas las cosas que hacen,
 en trabajo y en amor.

Soy tan bueno en el trabajo.
Nadie me puede igualar,
Llevo veinticuatro horas,
sin parar de trabajar.

Que me vas a contar a mí,
solo me quedé ayer,
Termine con el trabajo,
que tenían que hacer diez.

Una vez forme un trío,
con dos mujeres casadas,
Yo quería seguir la juerga,
ellas las dos agotadas.

Eso es poco para mí,
lo hice con tres trillizas,
Yo estaba como una rosa,
ellas las tres hechas trizas.

Mi mujer es sensible,
devota y muy cristiana,
  Un cristo en el dormitorio
en la cabecera la cama.

En una noche de amor,
no lo pudo resistir,
Se desprendió de la cruz,
y no paró de aplaudir.

La mía es muy de dar,
 los pobres le dan pena,
En la cabecera tiene,
el cuadro de la última cena.

Cuando le hago el amor,
a todos ellos le mola,
Me acompañan con aplausos,
Y hasta me hacen la ola.




TOCINO Y VINO


Ochenta años, la abuela,
se mantenía con tocino,
Unas patatas cocidas,
y unas pintas de vino.

Doce hijos. Cuatro abortos,
una cosa exagerada,
Trabajó en el campo,
 jamás se puso mala.

Pesa cuarenta kilos,
va por agua a la fuente,
Un caldero en cada mano,
es un caso sorprendente.

A pesar de todo esto,
la abuela va cantando,
Con los calderos bien llenos,
parece que va saltando.

Solo da los buenos días
no se entretiene en hablar,
Dice que el día es corto,
y tiene que trabajar.

Un día le da un mareo,
al siguiente está peor,
No le queda más remedio,
que visitar al doctor.

Va montada en la burra,
no puede ir andando,
Como pesa tan poquito,
esta la lleva trotando.

La examina el doctor,
la encuentra desnutrida,
Le manda dieta severa,
y que cambie de comida.

No le hace ni caso,
sigue comiendo tocino,
Piensa morir alegre,
bebe un poco más de vino.

Llegó a los noventa y cinco,
entonces una enormidad,
  Con tocino y un tintorro,
se curó su enfermedad.

Es una historia cierta
no es una invención mía.
Ocurrió en mi familia,
es un recuerdo a mi tía.



LOS TACONES.




Nunca se puso tacones,
al fin le llego la hora,
Estaba emocionada,
era el día de su boda.

El vestido muy sencillo,
el pueblo es muy pequeño,
Las calles sin asfaltar,
que pueden truncar su sueño.

A la iglesia se va andando,
un trayecto muy sencillo,
No sabe andar con tacones,
cae y se rompe un tobillo.

Las familias esperando
por lo que pueda pasar.
Piensan que se arrepintió
y no se quiere casar
.
Lloros en la familia,
novio y cura esperando,
Ella en el suelo echa un cristo
 no puede llegar andando.

Un primo con decisión,
sabe como reaccionar,
Se la sube a la espalda,
se presenta en el altar.

El novio ante ese cuadro,
ya no sabe qué pensar
Cree que ya tiene cuernos,
y no se quiere casar.

Las familias se insultan
se arman muchos follones,
Por culpa de la novia,
que no probo los tacones.

Paso hace muchos años,
difícil que ocurra ahora,
Que se prueban bien las cosas,
mucho antes de la boda.


MEDIO VAMPIRO.


Soy de esa generación,
que antes de saber andar
No me transforme en vampiro
por qué no pude volar.

Nací en cuarto oscuro,
los ojos me los taparon,
Con bastos trapos de lino
manos y piernas me ataron.

A los tres meses,
me tenían que actualizar,
Me sacaron a la calle,
me tenían que bautizar

Demasiado brusco el cambio,
para todo ser humano,
Sin dar mi consentimiento,
me convierten en cristiano.

Vierten agua en mi cabeza,
y yo me quedó encogido,
El cura traza una cruz,
y me sale un sarpullido.

Me metían en un saco,
 sin cantarme una nana,
Cuando salían al campo.
Me colgaban de una rama.

Para dormir, mismo sistema
como cuelgan los jamones
Eso era para librarme,
de mordidas de ratones.

Al estar como una momia,
dos años tarde en andar,
Cuatro años para correr,
a los cinco a trabajar.

Es una historia macabra,
que se me vino a la mente,
En años de la posguerra 
era común y corriente.

Yo tuve mala suerte
por nacer en el cuarenta.
Pasar por esos trances
Es para tenerlo en cuenta.

Esto lo cuento a los nietos
me dicen estás mintiendo
Son historias inventadas
no las estamos creyendo.




PEQUEÑA CARICIA..


Opinar sobre mujeres,
difícil llegar a un acuerdo,
Si una te hizo una faena,
no se olvida ese recuerdo.

Media amiga, media novia,
medio año sin tocarla,
Me llevé una sorpresa,
al intentar abrazarla.

Pegó un salto hacia atrás,
llamándome cara dura.
Tenía que esperar más,
aún no estaba madura.

Le pedí solo un abrazo,
una pequeña caricia,
Sin pensamientos malignos,
y sin ninguna malicia.

-Sí, es eso lo permito,
sin pasarte de la raya.
A mi amiga la apretaron,
y se quedó embarazada.

-La cogí por la cintura,
con mucha delicadeza,
A pesar de apretar poco,
se me disparó una pieza.

Su reacción inmediata,
fue levantar la rodilla,
Algo más de puntería,
y me hace una tortilla.

Sin despedirse de mí,
allí me dejo plantado,
Con los brazos caídos,
como un árbol desgajado.

Yo retorcido en el suelo,
solicitando perdón,
Ella pregonando a gritos.
¡¡¡Eres un maricón!!!

Se terminó la cita
Se fue la gran ocasión
Yo pensaba que hacer eso.
No era ser maricón.







COMIDA Y MISA.



Es una anécdota más,
de esta España despoblada,
Cosas curiosas que pasan,
en una aldea abandonada.

Un cura para quince aldeas,
diez personas en la misa,
Misa cada dos meses,
el cura con mucha prisa.

Toca el cura las campanas,
espera con impaciencia,
Ha pasado media hora,
 ya pierde la paciencia.

Dos viudas cojeando,
se acercan lentamente,
El cura no puede más,
al contemplar el ambiente.

Llegan a la media hora,
el cura ya se cambió,
Le dice que llegan tarde 
y la misa termino.

Esto más o menos pasa,
aunque parezca de risa,
No hay suficientes curas
ni gente para ir a misa.

Recomiendo a la iglesia
para que no de pereza,
Dar buenos aperitivos,
y regalar la cerveza.

Que cambien las ostias,
por una buena hamburguesa,
Acudirán los mayores,
y no le dará pereza.

La gente antes iba a misa,
corriendo con mucha prisa,
Ahora quiere aperitivos
después piensa ir a la misa

Está muy comprobado,
para crear buen ambiente,
  Dar de comer y beber,
y se reúne a más gente.






MARIDO PESADO


Un pesado marido,
le recuerda a diario,
Qué obsequio piensa darle,
al cincuenta aniversario.

No me atosigues más,
que lo tengo que pensar,
Una cosa que te agrade,
y yo pueda descansar.

Llega el día señalado,
le desvela el misterio,
Te acabo de comprar,
un nicho en el cementerio.

¡Qué regalo tan macabro!
No esperaba eso de ti,
Noto que me quieres poco,
y librarte pronto de mí.

Te quiero mucho cariño,
tú eres un mal pensado,
Quiero tenerte muy cerca,
 el cementerio está al lado.

Morirás antes que yo,
 así de vez en cuando,
Puedo visitar tu tumba,
sé donde estás descansando.

Llega el cincuenta y uno,
él vuelve a preguntar,
¿Amorcito este año?
¿Queme piensas regalar?

Una mierda como un piano,
te la acabo de encargar,
Ya que el del año pasado,
lo tienes sin estrenar.


CALZONCILLOS FINOS.

Con estas historias trato.
Olvidarme del presente,
no caer en depresión,
y así activar la mente.

El hombre llegó cansado,
trabajó mucho en el día,
no tiene la cena a punto,
 ve sentada a la María.

Con dos agujas muy largas,
el suelo lleno de ovillos,
 dice que le está tejiendo,
unos guapos calzoncillos.

-Sabes que no los uso,
nunca los pienso estrenar,
es una prenda incómoda,
a la hora de mear.

Sí, me encuentro arando,
no me puedo ni parar,
las vacas no tienen frenos.
Y no se pueden frenar.

-Sé lo poco que te gustan,
tienes que comprender,
que en el día de la fiesta,
te los tendrás que poner

La mujer los terminó
los dejo en un apartado,
esperando que llegara, 
ese día tan señalado,

En la fiesta del pueblo,
se vistió a toda prisa,
se puso los calzoncillos,
para asistir a la misa.

Allí lo paso fatal,
eran largos los sermones,
el cura al mandar rezar,
él rascaba. (Lo que piensas)

Se marchó a todo trapo,
 se los seguía rascando,
llego a casa, los quitó,
y le seguían picando.

La María le curó,
hasta le dio vaselina,
 prometió hacer el próximo,
con una cosa más fina.














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