Dos abuelos octogenarios.
Hoy rebosan alegría.
Es por cumplir los años
los dos en el mismo día.
Reviven su juventud
solos, sin sus mujeres.
Toman varios licores,
Después buscan placeres.
Se pasan en la bebida
ya perdieron la costumbre
Los dos están más calientes
que un cocido echo en la lumbre.
En la casa del placer
los dos son muy exigentes.
Piden dos sin estrenar
con curvas y muy calientes.
Es un lugar que presume
de atender bien al cliente.
Complacer sus caprichos
hasta en lo más exigente.
La madame está pillada
Un capricho extraordinario.
Le pide un dinero extra.
Trata de solucionarlo.
Al comprobar como están
en estados lamentables.
Soluciona el capricho
Con dos muñecas hinchables.
Son dos chicas fantásticas
y están sin estrenar.
Trátenlas con cariño.
No se vayan a enfadar.
Son nuevas en el trabajo
se tienen que acostumbrar.
Son demasiado tímidas.
Le gusta muy poco hablar.
Costó mucha encontrarlas
son dos de mis ahijadas.
Los esperan en pelotas.
Con las luces apagadas.
_ Un detalle por su parte
es para tenerlo en cuenta.
Si no nos ve la cara
no se chiva a la parienta.
Estaban emocionados
Rápida fue la aventura.
A uno no lo dio tiempo
A bajar la calentura.
De camino a casa.
Cada uno cuenta la historia.
Sí, era vieja o joven.
Y le gusto la zanahoria.
La mía tenía la carne
Así como entre blanda y dura.
Creo que era muy joven
no tenía ni una arruga.
Guapa como una muñeca
estaba muy cojonuda.
No dijo nada en el acto
Yo creo que era muda.
La mía estaba muy buena
también era cojonuda.
Me recibió de culo
y aproveche la postura.
Como no protesto
me puse como un mulo.
Una oportunidad única
de aprovechar bien un culo.
Para mí que era una bruja
yo sé la enchufé con gana.
Ella soltó un pedo tremendo
y escapo por la ventana.
