La justicia divina y humana
a veces difícil de asimilar
esto es un raro ejemplo
de lo que puede pasar.
En el pueblo hay un cura
que ejerce con pasión
cuida a la parroquia
difunde la religión.
Allí hay un taxista
conduce por las aceras
no respeta las señales
en calles ni carreteras.
Dos personajes distintos
que por esto de la prisa
un día lo coge el cura
para ir a decir misa.
Una decisión fatal
viajar con ese alocado
choca contra una farola
y quedan espachurrados.
Juntos llegan al cielo
allí el taxista es premiado
con la distinción más alta
el cura es ignorado.
No entiende la injusticia
tantas misas y sermones
no le valen para nada
necesita explicaciones.
Tus misas y sermones
eran lentos y aburridos
les decías siempre lo mismo
y terminaban dormidos.
En cambio, con el taxista
como nada respetaba
pedían la ayuda de Dios
y todo el mundo rezaba.
¿Quién merece ser premiado?
