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jueves, 19 de mayo de 2016

NIÑA PRESUMIDA.



En una niñez sin luz,
ni tampoco agua corriente,
Esto me impresiono,
 se me viene a la mente.

Una niña presumía,
 en el pueblo fue el primero,
Que en casa de su abuela,
habían puesto un cagadero.

La escuchamos sorprendidos,
otros lo toman a guasa,
¿Cómo se podía hacer caca?
Y sin salir de la casa.

Nos estás tomando el pelo,
no lo podemos creer,
Eres una mentirosa,
lo tendríamos que ver.

-Cuando salgamos del cole,
me podéis acompañar,
Es seguro que mi abuela,
os lo querrá enseñar.

La acompañamos a casa,
quedamos como atontados.
Una tabla con agujero,
 se podía cagar sentado.

La abuela presumiendo,
ante la chiquillería,
  Era la más rica del pueblo,
solo ella lo tenía.

Nos convidó a una galleta,
y un chupito de anís,
Rezumaba mucho orgullo,
ese día fue feliz,

Comentamos a los padres,
lo que habíamos descubierto.
Eso es una guarrería,
mejor cagar en el huerto.

Una cosa tan sencilla,
ahora es imprescindible,
Entonces no necesaria,
cuando el cagar era libre.