aventuras y desventuras,
De las épocas felices´
Y de las etapas duras.
En ocasiones de estas,
sin mala intención,
Empiezan a presumir,
se salen del guion.
Viudos están los dos,
con ganas de conquista,
Se ponen a recordar,
la última de su lista.
Mi vida amorosa ahora,
es salir con una viuda,
Tiene unos sesenta y cinco,
con una buena figura.
—La mía, unos treinta y cinco,
está muy enamorada,
Dijo que quería un niño,
la he dejado preñada.
A veces ocurren milagros,
como el que te pasa a ti,
Créeme que lo entiendo,
una vez me pasó a mí.
Estaba yo en el campo,
con la garrota en la mano,
Le disparé a un jabalí,
dejé muerto al marrano.
¡No me lo puedo creer!
Matar así a un jabalí,
Seguro le disparó otro,
y ese lo mató por ti.
Fue algo inexplicable,
ni lo creía yo mismo,
Es posible lo que cuentas,
que a ti te pase lo mismo.