todo se lo cuentan,
sus fracasos y aventuras,
Cotillean y comentan.
Los veo todos los días,
ayer me anime a entrar,
obsesionada con ellos,
los tenía que probar
Algo nerviosa me puse,
al empezar a probarlo,
me costó mucho meterlo,
no fui capaz de sacarlo.
Me hacía daño la punta,
en los lados me rozaba,
una verdadera pena,
ese si que me gustaba.
Como me seguía gustando,
lo probé una vez más,
al ponerme de pie,
me hizo daño por detrás.
Tan justo me venía,
que hasta gusto me daba,
para disfrutar de el,
allí me quedé sentada.
Me tuvieron que ayudar,
así pasé mucho rato,
se acercó el dependiente,
y desencajó el zapato.
-No cuentas con las amigas,
eres una presumida,
la próxima te acompaño
yo se muy bien tu medida.
