Así es la Teresa
siempre andaba muy tiesa
Los mozos del pueblo
la llamaban la marquesa.
Una tía de rompe y rasga
ni marquesa, ni condesa
Uno ochenta de estatura.
Así era la Teresa.
En una generación baja
ella era destacada.
Ser tan alta y buena moza
por todos es deseada.
Al ponerse a su lado
los mozos sentían complejo
Era comparar un dóberman
con un pequeño conejo
Sonábamos con el conejo
y como poder cazarlo.
Disparando la escopeta
en un lugar solitario.
Los habitantes del pueblo.
Al ver su buena estampa.
No entendían el porqué
ni donde estaba la trampa.
Si su padre es bajito.
Y dicen que está capado.
Y su madre es enana
aquí hay gato encerrado.
Le preguntan a la madre
donde saco la simiente.
Comiendo buenos chorizos
mezclados con aguardiente.
Yo sorprendí a la Teresa
rezando en el cementerio.
No en la tumba de sus padres
Ahí desvelé el misterio.
Es un pequeño secreto
que no pienso revelar.
Somos de la misma edad
no quiero perjudicar.
A mí también me gustaba
Siempre lo tengo en cuenta.
No le tire los tejos
porque mido uno sesenta.
