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martes, 24 de abril de 2018

ODIOS DE PUEBLO.




Odios entre familias,
con años de antigüedad.
Impedían a muchos 
encontrar felicidad.

Esos odios de familias,
eran casi hereditarios.
Aun así, de vez en cuando,
surgió algo extraordinario.

Entre un mozo y una moza,
casi de la misma edad.
 No se hablaban nunca,
por esa rivalidad.

Tienen los huertos pegados,
que los convierte en vecinos.
Ella con buenos tomates,
él con hermosos pepinos.

Él sueña con el tomate
 no piensa en ensaladas.
No se atreve a pedirlo
son familias enfadadas.

Cansada ella de tomate,
sueña con un buen pepino.
Un día se arma de valor
y se lo pide al vecino.

Difícil no aceptar,
tan extraña petición,
El tomate y el pepino,
una gran combinación.

Estando los dos de acuerdo,
degustaron la ensalada,
  El pepino repite mucho,
ella se quedó preñada.

Al enterarse sus padres,
se llevan el gran disgusto.
No le hacen ni puto caso
los dos están muy a gusto.

Se acabaron los odios,
cuando ese nieto les vino.
¿Unos culpan al tomate?
¿Otros culpan al pepino?


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