en una noche estrellada.
Creí ver una belleza,
en una silla sentada.
Me fui a la cama pensando,
¿Quién seria esa belleza?
No dormí pensando en ella,
la tenía en la cabeza.
El día siguiente pasé,
haber si la conocía.
Esa noche no estaba,
hacía frio y llovía.
Así pasó una semana,
con algo de frío y viento.
Yo sin poder dormir,
con extraños pensamientos.
Reapareció una noche,
estaba al cielo mirando.
Las manos entrelazadas.,
parecía estar rezando.
Mi vista se nublo,
al contemplar su belleza.
No podía seguir mirando,
me dolía la cabeza.
Era como una obsesión,
yo quería conocerla.
Pedí a su familia,
que me me permitieran verla.
Amablemente accedieron,
tan extraña petición.
Ella estaba sentada,
ese día en el salón.
Aquí un admirador.
Esta es la abuela Prudencia.
SE encuentra con nosotros,
por cerrar la residencia.
Marché corriendo a la óptica,
para ponerme en la lista.
Necesitaba unas gafas,
y graduarme la vista.
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