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domingo, 5 de diciembre de 2021

UN CURA INJUSTO.


Se habla mucho de los curas,
De sus abusos sexuales.
Hubo otra clase de injusticias,
aunque no fueran iguales.

Al pasar frente a un castillo,
mí madre me comentaba.
Por mandato de un cura,
en el estuve encerrada.

Delito que cometió.
Una cosa de locura.
Segar un cesto de hierba,
en un prado de aquel cura.

Era para su burra,
Se equivoco de prado.
La segó en el del cura,
era el que estaba al lado.

Cuando el cura se entera,
que su hierba fue segada.
Pide a la guardia civil.
Que ella sea castigada.

Tendría unos diez años,
eso nunca lo olvidó.
Fue la noche más triste,
que en su vida ella pasó.

Al ser ella una menor,
Su ignorancia no cuela.
Responsable del delito,
incluyen a mi abuela.

En un calabozo oscuro,
Un lugar deprimente.
Las tuvieron encerradas,
como un vulgar delincuente.

Apoyado por la justicia,
cometió atrocidades.
Se burló de dos mujeres,
con muchas necesidades.

El cura no comía hierba,
eso sería un disparate.
Al invitarle exigía,
galletas con chocolate.

Por suerte todo cambió,
sin burros para comerla,
Menos apoyo a los curas,
ahora le sobra la hierba.


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