Tenía novia en el pueblo,
era la tetona Tomasa.
Cuatro años de noviazgo,
sin entrar en su casa.
Época de dificultades,
de secretos amoríos.
Solo se pillaba algo,
en lugares escondidos.
Entre escobas y espinos,
estas y otras zarandajas,
Si la llevaba al pajar,
la delataban las pajas.
Un día está impaciente,
tiene ganas de jarana-
Le pide entrar en su casa,
para acostarse en su cama.
-No seas tan impaciente,
ni te canses de esperar,
La noche que no haya nadie,
ya te dejaré entrar.
Llegó la noche soñada,
le dijo por la mañana,
Tienes el camino libre,
pero entra por la ventana.
Es la que da al hueto,
yo la dejaré abierta,
No te verán los vecinos,
olvídate de la puerta.
Entre escobas y espinos,
estas y otras zarandajas,
Si la llevaba al pajar,
la delataban las pajas.
Un día está impaciente,
tiene ganas de jarana-
Le pide entrar en su casa,
para acostarse en su cama.
-No seas tan impaciente,
ni te canses de esperar,
La noche que no haya nadie,
ya te dejaré entrar.
Llegó la noche soñada,
le dijo por la mañana,
Tienes el camino libre,
pero entra por la ventana.
Es la que da al hueto,
yo la dejaré abierta,
No te verán los vecinos,
olvídate de la puerta.
La Tomasa no aparece,
el es un bobo y un lelo.
Seguro que no le quiere,
y le está tomando el pelo.
De tanto esperar,
ya se le pasó la gana.
Para dejar una huella,
va y se mea en la cama.
Imaginó mil posturas,
en su cama se acostó,
Pasó la noche sólito.
se durmió y descanso.
Imaginó mil posturas,
en su cama se acostó,
Pasó la noche sólito.
se durmió y descanso.
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