¡Marido! coge la burra,
lleva ese grano al molino.
Me lo traes bien molido,
pero no te lleves vino.
Cargó el trigo a la burra,
tomando sus medidas,
Llenó la bota de vino,
se la llevó a escondidas.
El molino era de agua,
molía muy lentamente,
El pegando lingotazos
está algo mareado,
El regreso es cuesta arriba,
largo y muy empinado.
Están cansados los dos,
eso les cuesta subir
Se paran en el camino,
a descansar y dormir.
Allí quedaron los dos,
juntos en buena armonía,
Hasta que se hizo tarde,
y los buscó la María.
Fáciles de encontrar,
conociendo el recorrido.
Abrazado a la burra,
así encontró al marido.
Sus vicios los conocía,
y que le gustaba el vino,
No que amaba a la burra,
ni acostarse en el camino.
Eres un mal marido,
y la burra es una guarra.
Para ponerme los cuernos,
haber usado la cuadra.
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