Tiempos de Maricastaña
todo se hacía sin prisaEl cura montaba en burropara ir a decir misa Cinco pueblos a su cargoera demasiado currosin dinero para cochepor eso usaba el burro. Un día cometió un fallo,imperdonable en un cura.El burro se le escapó,a vivir una aventura.
En plena libertad, surge,el instinto del pollino.Y monta a todo aquello,que se cruza en su camino. Unos que monto a diez burrasotros llegan hasta veinteuna cosa exageradala gente miente que miente.
Hasta la pobre Maríaque salió al huerto a meardijo que salto la tapia y que la quiso violar. Eso era exageradoCasi todo era mentirasolo había cinco burrasincluyendo a la María.
No sale nadie de casa,la gente está aterrada.Uno que quiso cogerle, le tumbó de una patada.
Necesitaron diez hombres,para conseguir su captura.Reducirlo con diez sogas,y terminar su aventura.
A pesar de tanto amor,el burro quedó con ganas.Su badajo estaba listo,para tocar las campanas.
Solucionado el problema,la gente lo tomó a risa.El cura encerró al burro y se fue a decir la misa Ese día en el sermón, no estuvo muy acertado.Recordando a la parroquia.las burras que había montado. Copiar lo que hace el burro,es un pecado mortal.El nunca irá al infierno,porque es un animal.
Vosotros por fortuna,sois seres racionales.el practicar mucho el sexo,os convierte en animales,
Lo que tenéis que hacerpara no llegar a pecares hacer el amorsolo para procrear.
Yo recomendaríauna vez cada dos añostendríais menos hijosy se llevarían tres años
La parroquia se levanta.Se escucha este murmullo.Hoy se pasó con el vino.Mejor hacer lo del burro.
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