Solicitar una cita al medico,
puede ser una aventura.
Enfermar de los nervios,
hasta coger calentura.
Pedirla por internet,
sin saber que va a salir,
Imposible adivinar,
aquello que va a ocurrir.
Con solo poner citas,
se empiezan acumular.
Más de cien paginas porno,
que no se pueden quitar.
Allí dale que te pego,
te tiras más de una hora.
Sale que si necesitas,
la enfermera o la doctora.
Después de pensar un poco,
solicitas la doctora.
Informa de su tarifa,
500€ la hora.
Cambias a la enfermera,
una cosa muy sencilla.
Sale un maromo en bolas,
mostrando la jeringuilla.
Estás echo un lio,
solo queda la certeza.
Que el dolor de tripa,
se te subió a la cabeza.
Ante tanto desnudo,
piensas que hay algo anormal.
Extraña lo que ha cambiado,
la Seguridad Social.
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