Es un pequeño recuerdo,
a unas prendas sin igual.
Ahora muy en desuso
el mandil y el delantal
el mandil y el delantal
Unas prendas muy antiguas.
con infinidad de usos.
Como una navaja suiza,
fueron prendas multiusos.
Sobre todo en las abuelas,
que tenían un gran bolsillo,
Allí se guardaba todo,
Eso era un rastrillo,
Cuando algo se rompía,
en verano o en invierno,
Echa mano al mandil.
rápido ponía un remiendo.
Si la abuela te veía,
que te colgaba el moquillo,
La solución la tenía,
echando mano al bolsillo.
Por debajo del mandil,
las había con mucha maña,
las había con mucha maña,
Con mucho disimulo,
se rascaban la castaña.
Si el novio comentaba,
¿Cómo estas vida mía?
Levantando dicha prenda,
sabía lo que quería.
Si le daba vergüenza,
al ver una cosa rara,
Esas prendas le valían,
para taparse la cara.
Si esto pasara ahora,
produciría mucha risa,
Antes solo lo quitaban ,
para asistir a la misa.
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