así pasaban los ratos,
Con lo que más disfrutan,
es con la caza de patos.
Quizás esta fuera causa,
de no ser amigos buenos,
Discutiendo todos los días,
que invadía sus terrenos.
Llego el enfrentamiento,
por una simple memez,
Fue al disparar a un pato,
los dos tíos a la vez.
Un perro recoge la pieza,
se la lleva a su dueño,
El otro llega deprisa,
muy sofocado corriendo.
¡Suelta ese pato ahora!,
no seas aprovechado,
Yo le tenía más cerca,
seguro que lo he cazado.
-Es mío y no lo suelto,
si no atiendes a razones,
Lo más que puedes ganar,
una patada en los cojones.
Pretende quitarle el pato,
le suelta la patada,
En el suelo dando gritos,
la cosa queda zanjada.
Conmovido por sus gritos,
se le ablanda el corazón,
-Puedes quedarte el pato,
quizás tenías razón.
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