no paraba de llorar.
Tratan de ayudarla,
no la pueden consolar.
Una desgracia muy grande,
es la que ha ocurrido,
hace unas pocas horas,
que se quedó sin marido.
Por eso la pobre llora,
él era guapo, muy fino,
se cayó en la tinaja,
en la que tenía el vino.
¡Cuéntanos cómo ocurrió!
Esa desgracia tremenda,
y deja ya de llorar,
eso ya no tiene enmienda.
_ Pensaba limpiar la tinaja,
no encontraba la ocasión,
yo para animarle,
lo tiré de un empujón.
—¿Eso será una venganza?
Por lo mal que te trataba,
Un momento de locura,
¿Que estabas desesperada?.
Yo le amaba con locura,
él era un pobre infeliz.
Se pasaba con el vino,
en el fondo era feliz.
No me arrepiento de ello,
le sigo y seguiré amando,
ahora está donde le gusta,
ahora está donde le gusta,
y seguirá disfrutando.
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