Los chinos lo compran todo.
Son unos grandes copiones.
Si no frenan su expansión
se quedan con las naciones.
Hacen juguetes baratos,
y nos fastidian el negocio.
Lo piensa un empresario,
lo comenta con su socio.
Tú viajarás a la china.
La próxima temporada.
Copiarás sus últimas modas,
que no se te escape nada.
Entre tantas novedades,
una llama su atención.
Unas gafas de última moda,
que te cambian la visión.
Cuando uno se las pone,
ve a la gente en pelotas.
Da igual que lleve abrigo,
o que lleve poca ropa.
Esto será un bombazo,
y reflotará la empresa.
Será como vender rosquillas.
Eso con toda certeza.
Las comprará el hombre,
se las pondrá la mujer.
Ver aquello que no vemos,
todos lo queremos ver.
Regresa todo contento,
con la máxima presteza.
A su mujer la primera,
le dará la gran sorpresa.
Sigiloso abre la puerta,
sin forma precipitada.
Ve a su mujer y un amigo,
están en pelota picada.
Funcionan de maravilla.
Ellos están sorprendidos.
Ahora me quito las gafas,
y ya los veré vestidos.
Los sigue viendo desnudos,
se queda todo extrañado.
Solo entrar en España.
Ya se han estropeado.
¡Vaya una mierda de gafas!
Funcionan de maravilla.
Ellos están sorprendidos.
Ahora me quito las gafas,
y ya los veré vestidos.
Los sigue viendo desnudos,
se queda todo extrañado.
Solo entrar en España.
Ya se han estropeado.
¡Vaya una mierda de gafas!
De los chinos tenían que ser.
Ya me jodieron mi vista,
y las acabo de poner.
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