josegelado.blogspot.com

miércoles, 23 de diciembre de 2015

TRISTE ALDEA.










Me encuentro en mi aldea
 miro a mí alrededor.
Ni escucho ni veo a nadie,
 solo un pájaro cantor

Cuando yo era niño,
esto era un hormiguero.
Se escuchaban las carretas.
Las voces del carretero.

Con sus caminos de polvo,
era alegre y divertido.
Ahora que está asfaltado.
Se ve triste y deprimido.

En la era se trillaba,
en el campo se segaba.
A pesar de su trabajo,
toda la gente cantaba.

Los hombres majaban trigo,
su sonido retumbaba.
El mozo joven presumía,
de ser el que más segaba.

La moza siempre alegre.
Y la mar de divertida.
Con su cesta en la cadera,
lleva en ella la comida

Cada niño ayudaba.
En la labor que podía.
Nos sentíamos orgullosos,
 a veces nos distraía.

No pensábamos en playas,
ni se concebía en sueños.
Al terminar la jornada,
a lavarte en un barreño.

A veces no había barreño,
tenías que ir a la fuente.
Como la madre no estaba,
solo mojabas la frente.

Una ligera pasada,
de frotarse, muy poquito,
Mejor tener la piel dura.
Y no picaba un mosquito.

No teníamos alergias,
 a polvo ni animales
Éramos todos muy duros,
no nos entraban los males.

Ganó en comodidades,
de esa época pasada,
Pero entra a formar parte,
de la España despoblada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

NI PUÑETERO CASO.

Se acaba de jubilar le controla la parienta. No se vaya a enviciar y gaste más de la cuenta.  Una cañita diaria le permite la Manuela. 2 € a...