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miércoles, 6 de marzo de 2019

PLANTAR UN PINO.


No desestimen la historia.
No es ninguna invención.
Esto ocurrió en el pueblo
en más de una ocasión.

Le rechazó una moza.
Desestimo su oferta,
.
Enojado por su rechazo.
  Le planta un pino en la puerta.

La venganza era guarra.
Quizá un tanto mezquina.
¡Que placer marcar su casa,
¡y limpiarse en la cortina!

Las primeras veces bien,
Echaban la culpa al perro.
Al seguir plantando pinos
sospecharon del gamberro.

Al padre le sienta mal.
Vigila de noche y día.
Dándole un tiro en el culo,
le quitará la manía.

Carga un cartucho con sal,
en la noche vigilando.
Le da un tiro en el trasero,
cuando él estaba cagando.

Era una noche oscura,
el mozo salió pitando.
Los pantalones bajados,
y con el culo sangrando

Sospechan de uno,
no lo pueden confirmar.
  En el pueblo hay un mozo,
que no se puede sentar.

El padre lo investigo
Quería ver su trasero.
El mozo le contesto.
Solo tengo un agujero.

Ese mozo se marchó.
En busca de otro destino.
Pero en el pueblo quedó
Como Juan, él planta pinos.

La incógnita se mantiene
nadie asegura que él fue
Solo se sabe de él,
que siempre caga de pie.

Se difundió la noticia,
de venganza tan cañera.
Volaron los pretendientes,
su hija quedó soltera.









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