Mujer, qué maniática eres,
en invierno y en verano,
Sobando el aparato,
sin desprender de tu mano.
—Me pones nervioso,
al no tomar una pausa,
Siempre estás supercaliente,
La maldita menopausia.
Déjalo una vez en paz,
me estás estresando,
Lo pasas de mano en mano,
siempre lo estás meneando.
A veces hasta encogido,
te lo llevas a la boca,
No puedes pasar sin él,
estás un poquito loca.
Cuando está estirado,
lo mueves con mala leche,
Si ya no da más de sí,
¡Qué leche quieres que eche!
Lo tuyo es obsesión,
el no dejarlo de usar,
Dices que te dan mareos,
y no puedes respirar.
Te llevaré a Siberia,
que refresques un poquito,
Te quitaré esa manía,
de usar tanto el abanico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario