Al decirle a mi madre
que me encontraba aburrido.
Me decía marcha al monte.
Dedícate a buscar nidos.
No importaba la especie
podía ser de perdiz.
Valían los de urraca
también los de codorniz.
Me ponía muy contento
sí encontraba pajaritos.
Los comía como fuera
asados y también fritos.
Seguro estaréis pensando
Que era un niño sin conciencia.
Era después de la guerra.
Época de supervivencia.
A veces la naturaleza.
Se cobraba su tributo.
Estuve a punto de perder
las pelotas y el canuto.
Vi un nido de carpintero
Oía sus hijos piar.
Una ocasión estupenda.
La pensé aprovechar.
Me deslicé por el troco
para más pronto bajar.
Un nudo que sobresale
casi me llega a capar.
Con los pantalones rotos
y mis pinreles sangrando.
Sin tener nadie a mi lado
allí me quedé llorando.
Lo oculté a mi madre.
Por vergüenza al desnudo.
Los curé con unas hierbas
aplastadas con engrudo.
Será que no era mi día.
Quizás tuve mucha suerte.
Una infección en ese lugar
podía causarme la muerte.
´
´
LO OCULTE A MI MADRPOR VERGÜENZA A MI DESNUDO.
ME LOS CURE CON HIERBAS.
APLASTADAS EN ENGRUDO.
SERA QUE NO ERA MI DÍA´
QUIZÁS TU BE MUCHA SUERTE.
MACHACARME LOS PINRELES´
PUDO CAUSARME LA MUERTE.
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