Un cura está enfadado,
si habla del diablo en misa,
la gente lo toma a guasa,
hasta le produce risa.
Sos unos incrédulos,
no me lo puedo creer,
un día le presentare,
un día le presentare,
así lo podréis ver.
Contrata a un actor,
de diablo lo disfraza,
lo presenta en el sermón,
así verá lo que pasa.
Sale el actor a escena,
la gente queda aterrada,
la iglesia queda vacía,
se marchan en desbandada.
El cura está sorprendido,
no esperaba esta reacción,
solo queda un viejecito,
escondido en un rincón.
A el se dirige el diablo,
¿porque tú no has marchado?
Te veo la mar de tranquilo,
ni tan siquiera asustado,
Está bien que te presentes,
tenía ganas de verte,
no tener que esperar,
hasta el día de mí muerte.
¡Yo soy tu cuñado!,
No de muy buena gana,
hace más de cincuenta años,
llevó aguantando a tu hermana.