Era un buen hombre
el marido de la Emilia
trabajador y honrado
amigo de la familia.
Pero en esta perra vida
la felicidad dura poco
de un día para otro
empezó a ponerse pocho.
Era bueno en el amor
con la mujer satisfecha
pero con el puto mal
se empezó apagar la mecha.
A la hora de comer
comía de mala gana,
eso mismo le pasaba
con la mujer en la cama.
Esto suele ocurrir
cuando no va bien la cosa
recurrió rápidamente
a la pastilla milagrosa.
La pastilla funcionaba
pero el seguía muy chungo
abuso de las pastillas
se fue para el otro mundo.
Le prometió a la mujer
que al morir iría al cielo
y le mandaría una señal
que le valdría de consuelo.
Visita la mujer la tumba
en un una tarde lluviosa
se queda sorprendida
algo brota de la fosa.
Son una especie de penes
que le parecen horribles
cuando los mira de cerca
son boletus comestibles.
Fuiste el mejor marido
cumplías con tu deber
son semillas de tu pene
y me las voy a comer.
Al comerse esas setas
le ocurrió una cosa rara
fue como un milagro
se quedó embarazada..
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