Murió hace cien años,
se fué estando cuerdo.
Se toma unas vacaciones,
quiere ver como está el pueblo.
La ruina que encuentra,
no es por casualidad.
El pueblo está abandonado,
se fueron a la ciudad.
Allí se traslada el,
quiere ver la realidad.
Debe ser todo fantástico,
el vivir en la ciudad.
Se encuentra con los atascos,
cuando le gente va al curro.
El nunca tubo un atasco,
cuando viajaba con burro.
Asistió al parlamentó,
para ver una sesión.
Eso era una jaula grillos.
todos armando follón.
En una manifestación,
no entendió lo que pasaba.
La gente se volvía loca,
y todo lo destrozaba.
Fue a un partido de futbol,
No se entero de nada.
La gente se enfurecía,
con los que daban patadas.
Contemplo a la juventud,
en los fines de semana.
Que se iban a la cama,
a las seis de la mañana.
La gente corre que corre.
Eso es un hormiguero.
No entiende en que compiten,
para llegar el primero.
Montó en el metro,
salió medio asfixiado.
Le pisaron la cabeza,
casi le dejan planchado.
Allí las malas noticias vuelan,
de una forma exagerada.
El era feliz en el campo,
sin enterarse de nada.
La conclusión que saco,
es que el mundo está loco.
Que para vivir feliz,
se necesita muy poco.
Se volvió al cementerio,
a su tumba, húmeda y fría.
Allí descansa feliz,
sin añorar esta vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario