Guapo era el mozo,
ignorante de cojones.
No capta las indirectas,
menos las insinuaciones.
Las chicas le acosan,
no se da por aludido.
Muchas dejan de hablarle,
no es comunicativo.
Anda siempre a su bola,
no saben que está pensando.
En su mundo imaginario,
parece estar flotando.
A la sombra de una higuera,
una joven descansando.
Tiene en la mano una hoja,
se lo está abanicando.
Le saluda atentamente,
le considera su amigo.
Con dulzura le dice,
quiero me cojas el higo.
El, atento y servicial,
no entiende la indirecta,
Sube a lo alto la higuera,
en una bonita gesta.
Cogió un puñado de higos,
todos de muy buen ver.
Se los enseña a la joven,
para que pueda escoger.
Esto que me ofreces,
lo puede hacer cualquiera.
Si no entiendes indirectas,
siempre estarás en la higuera.
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