Dos amigas muy amigas.
De amistad de muchos años.
Que se vuelven a encontrar,
al cabo de varios años.
¡Qué alegría me da verte!
Tú estás lozana y hermosa.
A pesar de tus setenta,
te veo como una rosa.
En cambio, fíjate en mí,
estoy muy estropeada.
Desde que perdí el marido,
ya no valgo para nada.
Me contarás tus secretos,
a ver si copio tu norma.
Ya intenté ir al gimnasio,
para mantenerme en forma.
El secreto es muy sencillo,
tienes que ponerte al día
Hombres sobran muchos,
tírate uno cada día.
Eso es lo que yo hago,
para mantenerme activa.
Cada día cambio de tío,
me va muy bien en la vida.
María, ¿qué cosas me dices?,
Desde que murió el marido.
Jamás lo volví a catar,
está más seco que un higo.
Lo nuestro es un manantial,
y necesita limpiarlo.
Si no le quitas la broza,
se terminará secando.
Como ves es muy sencillo,
procura tenerlo en cuenta.
Siempre estará en su punto,
usando buena herramienta.
usando buena herramienta.
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