UNA PERRA GORDA.

Retrocedamos cien años,
para comprender la historia,
que cualquiera era feliz,
teniendo una perra gorda.


Una encontró mi madre,
cuando era una mozuela,
la gasto en golosinas,

le dio una zurra su abuela.

Idea descabellada,
gastarla en caramelos,
esto era un gran motivo,
para arrancarle los pelos.

Mentalidad de la abuela,
cuando tenía una perra,
mejor dársela al cura,
así rezaba pòr ella,

Valía para el abuelo,
si estaba sufriendo pena,
si fué al purgatorio,
se acortaba su condena,

-Eres una gastadora,
y una chica indecente,
por esa cantidad de dinero,
te habrán dado más de veinte.

Dámelos rápidamente,
comer tanto es un abuso,
que te pueden hacer daño,
yo le daré otro uso.

La abuela los confisco,
no los sabia chupar,
los uso en el café,
para poderlo endulzar.

La paga de la abuela,
era cosa del futuro,
era la gente tan pobre,
que no tenía ni un duro.

Viuda la pobre mujer,
sin dinero y sin calma,
siempre preocupada,
de cómo salvar su alma.