Cierta vez me enamore.
de una con labios gruesos,
Sin pensar que con sus besos
me dejaría en los huesos.
El día que la conocí,
no fue mi día de suerte.
Su chupeteo morreo,
casi me causa la muerte.
Estaba ilusionado,
con darle mi primer beso,
Comprobar la respuesta,
de unos morros tan gruesos.
Al principio fue bien,
no pintaban mal las cosas.
Lo malo vino después,
con aquellas dos ventosas.
Se crio con las cabras
no sabía como besar.
Pero era una maestra,
cuando podía chupar.
Así chupa que te chupa.
ella iba engordando,
Yo cada vez más canijo,
cada día adelgazando.
Doy gracias al cielo,
por no abrirle la bragueta.
Por que si lo llego hacer,
me quedo sin piruleta.
Sin fuerzas para dejarla
y sin llegar a la meta,
No me tenia de pie,
termine en la cuneta
Cuando me recupere,
le solicité sus besos.
No quiso saber de mí,
ella no chupaba huesos.
Le estoy agradecido,
por haberme rechazado.
Mejor vivir sin sus besos,
que terminar deshuesado.
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