Si te casas por la iglesia,
esto te puede pasar.
Que con el tiempo se olvide,
lo jurado ante el altar.
Hay un periodo primoroso,
cumples esos juramentos.
Hasta que llegan los hijos,
y joden esos inventos.
Al repartir el cariño,
al hombre le llega menos.
Cuando llega el segundo,
aquí sí que lo perdemos.
Sí, es familia numerosa,
no veas lo que se avecina.
La mujer se deteriora,
y miras a la vecina.
Sigue el periodo de vida,
los hijos se van del hogar.
Empieza un nuevo ciclo,
que no sabes afrontar.
A esto le añadimos,
que te encuentras jubilado.
No puedes ni estar en casa,
estorbas en cualquier lado.
Lo llevas como puedes
Se va pasando la edad.
Ya esperas a cascarla,
a ver si hay felicidad.
No encuentras felicidad,
y mucho menos consuelo.
Te vuelves a encontrar,
con tu mujer en el cielo.
¡Marido que alegría!,
nos volvemos a encontrar.
Seguiremos las promesas,
que hicimos ante el altar.
Me tienes hasta los cojones,
a ti no hay quien te pare.
La promesa solo fue,
que la muerte nos separe.
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