Compañeros de trabajo,
colegas de dormitorio.
Todos éramos muy jóvenes,
aquello era un jolgorio.
Casi todos responsables.
Sobre todo en el trabajo.
Había mucho desmadre,
después de dejar el tajo.
Trabajando en un hotel,
con chicas de vacaciones.
Había material de sobra,
para muchas diversiones.
Todas las noches había
tertulias con fantasía.
Y cada uno decía,
era más guapa la mía.
Había muchas discusiones,
sobre las mujeres tiernas.
Sabiendo que nos valía,
la que separa las piernas.
Algunos con veinte años,
van con una de cincuenta.
Con tal que ella invitara,
y que pagara la cuenta.
Algunas peleas hubo,
pero eso se olvida.
Lo mejor es recordar.
Lo que te alegre la vida.
Cuando uno es abuelo,
como se acuerda de ellos.
La juventud siempre deja,
unos bonitos recuerdos.
Todos teníamos motes,
los tengo en mi memoria.
Me propongo escribir,
a cada uno su historia
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