COTILLAS DE PUEBLO.

.En esto de poner defectos

está todo muy cambiado.

Antes solo criticaban

 a los del pueblo de al lado.

Los hombres unos borrachos,

ellas guarras de cojones.

Que no sabían ni zurcir.

Ni remendar pantalones.

A la hija, de la Anastasia,

le crece la tripa y pecho.

Nadie lo conoce al novio,

¿Quién coño se lo habrá hecho?

Qué pensar del Cipriano,

es un chorizo ladrón.

No cría ni un gorrino,

y siempre come jamón.

Sí, pasamos a mujeres,

ya me diréis de Maruja.

Viste bien y sin dinero,

esa es una puta bruja.

Y la hija, la Tomasa.

Que a Madrid fue a servir.

 Que anda en mala vida,

 ya se veía venir.

No es como la Pilar,

esa sí fue espabilada.

Se lio con un pez gordo,

y ya no está de criada.

Acordaros del Ciruelo,

que siempre andaba de culo.

Que vive sin trabajar.

Estará haciendo de chulo.

Pocos y casi nadie,
se libran del cotilleo.
Unas por ser muy guapas,
otros por ser muy feos.

Esos cotilleos de pueblo,

de esas gentes de antaño.

 Quizás por su ignorancia,

a muchos hicieron daño.

Perdonaremos a todos,

se tenían que entretener.

No tenían televisión.

 Muchos no sabían leer.