CITAS EXTRAÑAS

 Solicitar una cita al medico,

puede ser una aventura.

Enfermar de los nervios,

hasta coger calentura.

Pedirla por internet,

sin saber que va a salir,

Imposible adivinar,

aquello que va a ocurrir.

Con solo poner citas,

se empiezan acumular.

Más de cien paginas porno,

que no se pueden quitar.

Allí dale que te pego,

te tiras más de una hora.

Sale que si necesitas,

la enfermera o la doctora.

Después de pensar un poco,

solicitas la doctora.

Informa de su tarifa,

500€ la hora.

Cambias a la enfermera,

una cosa muy sencilla.

Sale un maromo en bolas,

mostrando la jeringuilla.

Estás echo un lio,

solo queda la certeza.

Que el dolor de tripa,

se te subió a la cabeza.

Ante tanto desnudo,

piensas que hay algo  anormal.

 Extraña lo que ha cambiado,

la Seguridad Social.

PUEBLO CAMBIADO

¡Cuánto ha cambiado el pueblo!

Desde sus caminos de tierra,

sus tejados de pizarra,

sus casas de barro y piedra.

La cocina llena de humo,

los chorizos colgando,

todos soltando pringue,

cuando se iban curando.

El campo estaba sembrado.

Ahora echo una mierda,

sin burros, vacas ni ovejas,

lleno de malas hiervas.

En la era se trillaba,

se cuidaba con esmero.

Si el topo destrozaba,

se tapaba el agujero.

Los prados están tristes,

los manantiales sacaron.

No quedan saltamontes,

los pájaros emigraron.

El cura no dice misa,

la gente ya no reza.

Unos perdieron la fe,

a otros le da pereza.

Los bailes en la calle,

se dejan de celebrar.

Nadie busca un escondite,

donde poderse  arrimar.

Muchos años sin escuela.

La cigüeña la culpable.

Sin juventud en el pueblo,

no deja niños a nadie.

Muy pocos quedan ya,

que lo sigan recordando,

Que con pan, vino y tocino,

eran los reyes del mambo.

Todo está muy cambiado,

pero le falta alegría.

Esa alegría tremenda,

que da la chiquillería.

LA VECINA COTILLA.

Es una viuda cotilla,

espiando a las vecinas.

 Quien entra, quien sale,

mirando tras las cortinas.

La de arriba está de obra,

ya lleva casi un año.

Suben muchos a su piso,

¿Qué coño estará arreglado?.

Me da que pensar la Antonia,

con su trabajo de noche.

Gana un mísero sueldo,

 Encima tiene un gran coche.

¡Porque gasta tanto gas!

la vecina del tercero.

Yo creo que está liada,

con el guapo butanero.

La sosita del segundo,

como una mosquita muerta.

Todas las noches un tío,

espera que abra la puerta.

La que murió su marido,

¡tanto llorar en el duelo!.

Que rápido lo olvido.

 se lio con un abuelo.

Esa que tanto se arregla,

que siempre lleva tacones.

Que lo que piensen de ella,

le importa tres cojones.

¡Joder! Con esa mozuela,

no le han salido los dientes.

En menos de un año,

ya lleva tres pretendientes.

Ese chuleta con barbas,

que no encuentra trabajo.

Seguro que vende droga.

le vi sacar un buen fajo.

Esto que estoy narrando,

es una cosa sencilla.

Es parte del critiqueo,

de esa vecina cotilla.

Que nunca se morirá,

 sin peligro de extinción.
Tiene muy mala leche,
y muy duro el corazón. 

. CONFUSIÓN DE SABORES.

Le invitan a cenar,

él está encantado,

le gusta mucho la carne,

 más le encanta el pescado.

Es estupenda la suegra,

 se lo curra con creces.

Pone para la cena,

variados entremeses.

Toma varios vinos,
 se pone tontorrón.
se le sube a la cabeza,
pierde un poco la razón.

Una mano por encima,
la izquierda  bajo la mesa.
Como le gusta el pescado,
toca a la novia la almeja.

El suegro ve la faena,

nota que es algo marrano,
Le dice que para comer,
mejor use  las dos manos.

Interrumpe la faena,

coge el sanguis con la izquierda

Está hecho con buen queso

y jamón de pata negra.

Como está en otro mundo,

 es un rato despistado,

Le comenta a los suegros,

que rico está este pescado.

Céntrate en la comida,

 deja las manos quietas,

Ahora vendrá el postre,

 y nos dirás que sabe a setas.

RUBIA UNIVERSAL.

Yo estaba muy fría,

a punto de congelarme,

me cogiste entre tus manos,

empecé a calentarme.

Me llevaste a la boca,

dejaste de respirar,

rápido querías tomarme,

no podías esperar.

Te portas como un novato,

no me sabes disfrutar,

no seas tan impaciente,

 haz un preliminar.

Sabes que yo soy fria,

tu siempre andas caliente,

saborea nuestra unión,

verás que soy diferente.

Al tenerme entre tus manos,

déjate ya de sobar,

yo soy una rubia fiel,

que no me voy a escapar.

A veces no te controlas,

me tomas en demasía,

si me subo a tu cabeza,

eso no es culpa mia.

Yo se que le gusto a todos,

desde el rico hasta el mendigo,

 tomame despacito.

tras un buen aperitivo.

UN DÍA NORMAL.

Un día en mi niñez

le época que viví,

intentando recordarlo

más o menos sería así.

¡Levanta perezoso!,

Tienes sopa en la cazuela,

lávate un poco la cara,

 lárgate a la escuela.

Cuidado con los  zapatos,

en la calle hay mucho barro,

 no pises los charcos,

procura no venir guarro.

Sin mochila ni libros,

solo tenia uno,

con pizarra y pizarrín

no hacía falta ninguno.

En la escuela un revuelto,

todos pobres  criaturas,

con muy pocas atenciones,

no existían asignaturas.

En el recreo, a la calle,

a tomar un poco el sol,

incluida la canción,

de cantar el cara al sol.

No tenía que hacer deberes,

pero si hacer recados.

 coger nabos en el huerto,

 segar hierba en el prado.

A veces ir con las vacas,

otras con las ovejas,

ayudar a los padres,

esos no admitían quejas.

Ahora sería esclavitud,

entonces era enseñanza,

 me sentía muy feliz,

si podía llenar la panza.

SOLO Y EXIGENTE.

Me da mucho gusto verte,

mi buen amigo Bartolo.

Me dirás si estás casado,

o sigues viviendo solo.

Sigo con la soltería,

sin prisas sigo buscando.

  Alguna rosca me como,

al menos de vez en cuando.

Ahora para casarse,

no hay muy buen ambiente.

  No encuentro lo que quiero,

sabes que soy exigente.

 Que sea buena en la cama,

 que sepa bien cocinar,

 Sea limpia en la casa,

y que le guste planchar.

-Si que eres exigente,

creo que no estás al día.

Si tiene esas cualidades,

estará comprometida.

-Si no la encuentro así,

no me voy a molestar.

Cada día iré con una,

así puedo hasta cambiar.

No te preocupes por mí,
ya encontrare esa chica.
Alguna despistada habrá,
que sea tonta y muy rica.

¡Dices que sea tonta y rica!
Estas muy chalado amigo,
-Es que si no es así,
no me querrá por marido.

ALTA GAMA.

Tiene un novio mecánico,

ella es toda una dama,

El siempre la compara,

con un coche de alta gama.

Tienes un chasis de lujo,

que no me deja dormir.

Si veo cualquier defecto,

te lo tendré que pulir.

Esos preciosos faros,

te hacen aun mas bella.

Son como luces de leed,

iluminan con la niebla.

Guapos amortiguadores,

te rebotan al saltar:

Están un poco altos,

te los tengo que ajustar.

La parte delantera,
tiene dos puntos salientes,
Los arreglare con mimo,
te quedaran imponentes.

Los de la parte trasera, 

están un poco abultados.

Le pasare el aparato

te quedarán niquelados.

Lo comenta con la madre,

toda llena de emoción.

sSu amor la quiere mucho,

le ara la reparación.

Hija mía, tu eres guapa,

me parece una locura.

Los mecánicos son caros,

pasan una alta factura.

Sobre todo ten cuidado,

no tengas un derrape,

Que te revise los bajos,

y te ponga el tubo  escape.

EN LA HIGUERA

Guapo era el mozo,

ignorante de  cojones.

No capta las indirectas,

menos las insinuaciones.

Las chicas le acosan,

no se da por aludido.

Muchas dejan de hablarle,

no es comunicativo.

Anda siempre a su bola,

no saben que está pensando.

En su mundo imaginario,

parece estar flotando.

A la sombra de una higuera,

una joven descansando.

Tiene en la mano una hoja,

se lo está abanicando.

Le saluda atentamente,

le considera su amigo.

Con dulzura le dice,

quiero me cojas el higo.

El, atento y servicial,

no entiende la indirecta,

Sube a lo alto la higuera,

en una bonita gesta.

Cogió un puñado de higos,

todos de muy buen ver.

Se los enseña a la joven,

para que pueda escoger.

Esto que me ofreces,

lo puede hacer cualquiera.

Si no entiendes indirectas,

siempre estarás en la higuera.

TRAGEDIA MODERNA.

Esa tragedia de amor,

en que se suele decir,

Si un día me faltas,

preferiría morir.

Surgió la tragedia,

del todo inesperada,

Al cruzar la calle,

ella fue atropellada.

El se sintió culpable,

con ella estaba hablando.

Perdió la concentración,

cuando la estaba cruzando.

Su vida quedo en tinieblas,

para buscar una luz.

Le pone una guapa tumba,

con su estatua y una cruz.

La visita por las noches,

ya no pude descansar.

Se fustiga con un látigo,

y no para de rezar.

Una noche tenebrosa,

esas noches de terror.

Se imagina a su amada,

solicitando su amor.

Se convierte en un titan,

con fuerza descontrolada.

Desmonta el tinglado,

para abrazar a su amada.

Su locura es total,

por el estropicio armado.

La cruz le cae en el coco,

y lo deja espachurrado.

Es el trágico final,

de tanto amor y pasión.

Estar pendiente del móvil,

y tanta conversación.

VIEJOS VERDES

Una especie en extinción,

 prácticamente perdida,

es la del viejo verde,

casi desaparecida.

Antes se veían varios,

muy atentos espiando,

al ver una mujer guapa,

se divertían silbando.

Le decían piropos,

novedosos o anticuados,

de diferentes colores,

rojos, verdes y morados.

La mujer no hacía ni caso,

y seguía caminando,

pensaba que el viejo verde,

 ya estaba chocheando.

Algo que era gratis, 

y alegraba la vista,

no lo puede practicar,

le llaman viejo machista.

Ahora se ven sentados,

con tristeza y desconsuelo,

con la boca muy tapada,

y todos mirando al suelo.

Como flores sin agua,

todos se van marchitando,

 con garrota y encogidos

su verde se va acabando.

No le queda más remedio, 

que  tomarlo con paciencia 

el viejo verde termina,

cascando en la residencia.

NECESIDADES.

La encontró en el pasillo,

un poco deteriorada,

viuda la pobre mujer,

estaba como atontada.

Con un trozo de cartón,

la trató de abanicar,

dándole aire un la cara,

se empezó a recuperar.

Una vez recuperada,
le dice con sentimiento,

estoy muy decaída,

culpa del confinamiento.

Llevo dos años viuda, 

sola y abandonada,

tres meses sin salir,

estoy muy des confitada.

Es mucho el tiempo pasado,

sin sentir una emoción.

Entra conmigo a casa,

y me das un apretón.

Como es un buen vecino,

tratándose de una viuda,

más a una necesitada,

trató de prestarle ayuda.

Al recordar  las normas, 

se encontró en un callejón,

con distancia de dos metros,

¿Como dar el apretón?

No lo supo resolver,
se retiró avergonzado,
con la moral por los suelos,
mirando para otro lado.

Allí quedó la mujer,
afrontando su destino,

ella sin el apretón

el como un mal vecino.