La María está que trina,
Le están dando el coñazo.
por la muerte del marido.
Disimula su alegría,
no le queda otro remedio.
Muestra cara de tristeza,
camino del cementerio.
Se ponen a darle el pésame,
Su mente está pensando.
Vaya coñazo de gente,
se podían ir largando.
Repiten el ritual,
De lo bueno que ha sido.
La suerte que tubo ella,
de que fuera su marido.
Todos siguen el guion,
Ninguno recapacita.
Una cosa es convivir,
otra verlo de visita.
La verdad, era un tirano,
un celoso, un egoísta,
Lo que ahora se critica,
como un marido machista.
No la dejaba pintarse,
ni ir a la peluquería.
Que no hacía bien el amor,
ni tampoco la comida.
Ahora que está libre,
No piensa en el casorio.
Espera un viudo joven,
que la trate como un novio.
Esto de quedarse viuda,
Es de esas ocasiones.
De juntarse con un viudo,
y aprovechar las pensiones.
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