En la calle dos mujeres
están como conversando.
La María se acerca
a ver que están hablando.
No hablan de política
ni de amores frustrados.
Critican a los maridos
que son unos fracasados.
El mío es un rato vago
además de un calzonazos.
Cuando hacemos el amor
él siempre queda debajo.
El mío en esas cosas
también me puedo quejar.
Es como una moto vieja
que no consigue arrancar.
Lo que hizo el mío
eso no lo hace ninguno.
En la noche de bodas
se desinfló echando uno.
Lo que le paso al mío
eso sí que fue una pena.
Cuando fue a enchufar
se desconectó la antena.
Tenemos que trabajarlos
Armándonos de paciencia.
Si estos pavos no cambian
no tendremos descendencia.
La María está atónita
que hablen de esa manera
Las dos son vecinas suyas
y encima están solteras.
Estáis solteras las dos
no paráis de criticar.
Sí, se enteran los hombres
jamás os vais a casar.
Criticamos a los hombres
aunque no estemos casadas
Por si llega ese momento
ya estamos entrenadas.