El Conde se va a la guerra
Se acaba de casar.
No sabe qué pasará
ni cuando va a regresar
Cariño te esperaré
regresa de vez en cuando
Hay que lubricar el cuerpo
Que no se vaya oxidando.
Para evitar tentaciones
a la primera ocasión.
Quiero luchar sin cuernos.
Te pondré un cinturón.
Marido eres un celoso
y te acabas de casar.
Puedes confiar en mí
no te la voy a pegar.
Es época complicada
esto es lo más seguro.
Recuerda lo de Ginebra
La esposa del Rey Arturo.
Y le puso un cinturón
que no valía un pepino.
Era de segunda mano
fabricado por los chinos.
Esa guerra que pensaba
que pronto iba a acabar.
Se alargó eternamente.
Tres años en regresar.
Al regresar de la guerra
La Condesa había engordado
El culo como un pandero
y el cinturón oxidado.
Las llaves se habían perdido
El cinturón encajado.
No pudo quitarlo el Conde
estaba desesperado
Eres un puto roñoso
un desastre de marido.
Si lo hubieras puesto de oro
esto no habría ocurrido.
Si lo hubiera puesto de oro
a la primera ocasión.
Habrías desaparecido
Tú con el cinturón.
Pues ahora te jodes
que no lo puedes catar.
Regresa donde as venido
Ya te puedes marchar.
Monto en su caballo
se marchó a guerrear.
Dejo libre a la Condesa.
Para el que lo pueda quitar.
Ella acudió al herrero
poco a poco lo fue limando.
Al fin consiguió quitarlo
y ahora lo están disfrutando.
El Conde encontró una aldeana
que le molaba un montón.
Con ella no se casó
Ni le puso el cinturón.
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