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miércoles, 17 de diciembre de 2025

USANDO EL APARATO.


¡Que bien te veo María!
Desde que quedaste viuda.
Te veo la mar de alegre
y sin cara de amargura.

Llevas toda la razón
mi marido era un garrapo.
Siempre havia discusiones.
Para  usar el aparato.

Ahora que estoy libre
vivo como una sultana.
Puedo usar el aparato
cuando a mí me de la gana.

Puedo echarme la siesta
y disfrutar un buen rato
Cogerlo entre las manos
y enchufar el aparato.

Tumbada en el sofá. 
Eso es una gozada.
A veces me quedo frita
sin enterarme de nada.

El cierzo del marido
me decía todo el rato.
No me toques las narices
Ni toques mi aparato.
 
El mío también lo tiene
lo compartimos a ratos.
Yo proporciono el enchufe
él enchufa el aparato.

Para eso nos casamos
nos debemos aguantar.
Yo nunca le pongo pegas. 
Si él me lo quiere enchufar.

Eso es otra cuestión
también a mí me alegraba
Y disfrutábamos juntos 
cada vez que lo enchufaba.

Lo que te estoy contando
eso es otra cuestión.
Era por el puñetero mando
de cambiar  televisión.





LO ARREGLA TODO.


 María dime donde vas
parece que llevas prisa
Mujer donde voy a ir
a la casa de la Luisa.

No sé qué le pasará
me acaba de llamar
Será por el nerviosismo
que pronto se va a casar. 

Tú sabes que a las novias
yo corrijo sus defectos.
Y que el día de la boda
lo quieren llevar perfecto.

Si a ella le viene ancho
yo se lo puedo estrechar
En la medida que quiera
lo dejo para estrenar.

Sí, peca de estrecho
yo se lo dejo a medida.
Para cuando se lo meta
ella sienta una alegría.

Si le viene justo 
no tengo nada que hacer
Eso es cosa del novio
el que de su parecer.

Y si es una de vida alegre
¿Dime que puedes hacer?
Tendrás que hacer pliegues
para poderlo encoger.

Eres una mal pensada
yo no hago distinciones.
A mí con que me paguen
arreglo a hembras y varones.

Para eso soy modista
y una cualidad mía
Es arreglar sus vestidos
¿Qué vaya bonita ese día?






CHICO DE ALDEA


Era un muchacho atrasado
de una aldea escondida.
Se fue a la capital
para mejorar su vida.

Trabajo en lo que pudo
Nunca le dieron un beso
Su sueño juntar dinero
y poder probar el sexo.

Neófito en el asunto
nunca lo había probado.
Estar con una mujer
lo tenía obsesionado.

Sin información previa
con muy poco dinero.
Soñó que sería barato
Meter vela en candelero.

Ahorró cincuenta pavos
Pensó que le bastaría.
Para mojar el churro.
En el pozo de una tía.

No llegan para meter vela
no puede ni mojar nabo.
La que cobra más barato
le pide más de cien pavos.

Se pone el pobre a llorar
le sale moco de pavo.
Le dice que puede hacer
con esos cincuenta pavos.

Es muy poco dinero
no te llega para nada´
Te aré el sesenta y nueve
o una simple mamada.

Elijo el sesenta y nueve.
Que no sé qué coño es.
Sí, me quedo satisfecho.
Ya te lo diré después.

La trabajadora era un callo.
No era la mujer soñada
Al verla toda desnuda
tenía la tripa hinchada.

Ella se puso encima 
 En extraña situación.
Empezó a soltar cuescos
que nubló la habitación.

Si con solo tirar diez 
ya me tienes mareado.
Sí, faltan cincuenta y nueve.
Moriré aquí asfixiado.

El pobre se volvió al pueblo.
Ahora odia la ciudad.
En plana naturaleza.
Hay pedos con calidad.

 










MUJER DESESPARADA.



Una mujer desesperada.
Entra a la iglesia a rezar.
Ha cumplido los treinta
y está sin estrenar.

Reza un año a San Antonio.
Ni un rosco se ha comido.
Decide cambiar de táctica
y se lo pide a Cupido.

Ni puñetero caso le hace.
Ella no se da cuenta.
Prefiere la juventud.
Se olvida de las de treinta.

Lo pide a toda figura
que está en el retablo
Ninguno le hace caso.
Decide pedirlo al Diablo.

Nada consigue de él
Ve que se está equivocando.
Ese es un ser maligno
Que no hace caso rezando.

Se acuerda de su padre
Le llama hasta cabrito.
Un día se le presenta
Diciéndole a voz en grito.

¡¡¡Qué coño quieres de mí!!!
Me tienes hasta los cuernos
Yo tengo mucho trabajo
en dirigir los infiernos.

Te entregaría mi alma,
te entregaría mi cuerpo.
Necesito con urgencia
que disfruten de mi cuerpo.

Veo que estás desesperada.
Vas a dejar de sufrir.
Te daré tanto calor.
Hasta llegarte a fundir.

Tuvieron muchas sesiones
En verano y en invierno.
Ella ya no rezaba.
Él olvidó el infierno.

Un día le dijo al diablo.
Yo no soy una zorruna.
Te cité por circunstancias
No soy una facilona.

Ni yo soy el diablo.
De tus invocaciones diarias
Soy el cura de la parroquia.
Que se disfrazó de diablo
Al escuchar tus plegarias.