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miércoles, 8 de octubre de 2025

MUÑECA INTELIGENTE.


El abuelo está triste
porque murió la María.
Era su sostén en la vida 
era lo que más quería.

De Japón viene un nieto
a visitar al abuelo
Cuando le ve tan triste
trata de darle consuelo.

Trata de vivir la vida
la abuela estará en el cielo.
Quizás yo pueda  hacer algo
¿Dime que quieres abuelo?

Yo solo quería a la abuela
y solo quiero llorar
A pesar de estar solo
nunca la podre olvidar.

Yo trabajo en Japón
Allí hay mucha gente.
Solitaria como tú
pero muy inteligente.

Hay una solución
para todas esas gentes.
Combaten su soledad
 muñecas inteligentes.

Te puedo mandar una
Con la que puedes hablar
Satisfacer los caprichos
y salir a pasear.

Le mando la muñeca
el abuelo respondía.
Esta no me regaña
como hacía la María.

Regreso en vacaciones
fue a visitar al abuelo.
Se lo encontró llorando
Triste y solito en el suelo.

¿Dónde está la muñeca?
Acaso se ha averiado.
Para que estés tan solo
tan triste y abandonado.

Demasiado inteligente
Era muy lista esa pava.
Quería el piso a su nombre
y si no me abandonaba.

Cumplió su promesa
se fue con el primero.
Que era más guapo que yo
y tenía más dinero.

No debemos fiarnos
de estas muñecas parlantes.
Mejor comprar una hinchable
 muda, como las que había antes.







CAMBIAR EL MUNDO.





Era un chico espabilado
el hijo del tío Facundo.
Soñaba desde pequeño 
Con poder cambiar el mundo.

En la escuela no jugaba
en juegos de pelear.
Se sentaba pensado
en ver que podía cambiar.

Así paso la niñez
pensando noche y día.
Sin conectar con amigos
sin ninguna compañía.

Llego a la edad adulta
eso se empezó agraviar.
No sabía echarse novia
por no dejar de pensar.

Pidió consejo a su abuelo
que todo solucionaba.
Contar con su experiencia
 y ver que le aconsejaba.

Lo que debes de hacer
mi pequeño saltamontes.
Es marcharte de casa 
a una cabaña en el monte.

En ese lugar solitario
Allí podrás disfrutar.
Llévate a una tía buena
que no te deje pensar.

Disfruta de la vida
y solo debes pensar.
Aunque la tía esté buena
nunca te debes casar.

Viniendo de ti, abuelo
no esperaba ese consejo.
Si te casaste tres veces
porque te gusta el conejo.

La primera conectamos
al  no haber televisiones
sentados en el sofá
Cambiábamos opiniones.

La segunda fue peor
al haber televisión.
Ni sentarse en el sofá
ni compartir opinión.

La tercera fue peor
ni hablar de opinión.
No me dejaba cambiar
el canal de televisión.

Hizo caso del abuelo.
El hijo del tío Facundo.
Con una tía buena al lado
  Difícil cambiar el mundo.