El hombre tenía una amante
La mujer se fue a misa.
Vente a mi casa cariño
Vente a mi casa cariño
tenemos que darnos prisa.
Contaba con el sermón
que el cura decía en la misa.
Se resfrió ese domingo
y termino más deprisa.
Después del primer asalto
el hombre la tiene muerta.
Antes del segundo asalto
oyen que se abre la puerta.
Cariño marcha deprisa
salta por la ventana.
No intentes ni vestirte.
Ya te llamaré mañana.
Y salto por la ventana
el piso era un primero.
Como en una película
la recogió un caballero.
Con una mujer en brazos
él no sabía qué hacer.
La puso de pie en suelo
y escapo a todo correr.
Andar desnuda en la calle
no le hacía ninguna gracia.
Para evitar las miradas
se refugió en la farmacia.
Allí se sintió muy segura
Y empezó a respirar.
Necesitaba un relajante
para poderse calmar.
El farmacéutico al verla
el hombre quedó perplejo.
Nunca entro una mujer
Enseñándole el conejo.
Pensó que la mujer
Sufriría de calentura.
Y no pudo contenerse
y por eso venía desnuda.
Deje ya de mirarme
y atiéndame con premura.
No me diga que a su edad.
No ha visto una tía desnuda.
He visto tías desnudas
pero no en la farmacia.
Estoy pensando una cosa
Que puede tener su gracia.
Traes las manos vacías
por detrás y por delante.
¿De dónde sacarás el dinero?
¿Para pagar el calmante?
Necesito ese calmante
y una bata para taparme.
Date prisa en las dos cosas
y deja ya de mirarme.
Todo lo que estoy viendo
no lo estoy asimilando.
No sé si estoy despierto
o bien lo estoy soñando.
Se desmayó el farmacéutico.
Ante lo que tenía delante.
Ella le hizo el boca a boca
y además le dio un calmante.
